Cultura y noticias hispanas del Valle del Hudson
Naturaleza, agricultura y arte
Madalengoitía exhibe en la granja
Por Antonio Flores-Lobos
July 2017 Aceite y agua podrán no mezclarse, pero lo que es naturaleza, agricultura y comida, han ido siempre de la mano, y ahora están siendo complementadas en el Valle del Hudson con “el postre”, es decir, las obras del artista peruano, Néstor Madalengoitía.
Lo que pasa es que recientemente, nació una nueva idea, que prácticamente parieron tres amigos: dos artistas y un granjero. Se cuenta que Néstor se reunió con el artista-escultor, Wilfredo Morel y el granjero Norman Greig para ventear la posibilidad de montar una exhibición de arte en el corazón de los campos agrícolas.
Esto es un nuevo concepto de crear una galería alternativa y traer el arte a donde se siembra, se cosecha y se vende la comida que producen docenas de manos sudorosas.
Anteriormente se vio una explosión de “Farmer Markets” o “Mercados Verdes” por el país, en donde no solamente se venden frutas, vegetales, carnes, quesos, vinos y legumbres de granjas locales, sino que se han convertido en iconos culturales en donde la comunidad se congrega a comprar, comer, beber, escuchar música o saludar a los vecinos.
Pero la idea de los artistas y el granjero va más allá, sobre todo cuando se trata de una granja como la Greig, que tiene su propio mercado, restaurante, y donde las familias pueden venir de día de campo, comer al aire libre, disfrutar de espectaculares vistas de las Montañas Catskills, o simplemente cosechar arándanos con sus propias manos.
Es ahí, en las paredes del restaurante rústico de la granja, que anteriormente fue un establo lechero, y que se ubica al norte del pueblito de Red Hook, en donde ya está en exhibición la muestra del artista peruano Madalengoitía titulada “Nuevos Iconos”.
Ahí los amantes del arte, la naturaleza y el buen, y saludable comer, pueden apreciar las ocho obras de Néstor que muestran los que muchos consideran ya iconos de esta área: el Puente Mid-Hudson de Poughkeepsie, la Monhok Mointain House de New Paltz, y algunas otras bellas obras arquitectónicas como las casas-faros del Hudson.
Néstor, quien nació en Lima, Perú, y que comenzó dibujando en las paredes de su casa a los seis años de edad, se siente orgulloso de ser latinoamericano y considerarse un ciudadano del mundo. A sus trece años supo que su futuro estaría en el arte o la pintura. Ingresó a la Universidad Católica de Lima, y soñaba, como tantos otros artistas, vivir y realizar su arte en la bohemia Paris.
Pero el amor le hizo una jugada y conoció a la estadounidense Eve, hoy su esposa, a quien siguió hasta Nueva York.
Néstor es hoy conocido por los murales con sentido a comunidad que ha plasmado por las calles de su adoptiva Poughkeepsie, que según el artista, es “centro del universo … bueno, al menos mi universo porque es aquí en donde estoy”.
El peruano es también reconocido por los retratos de personajes que elabora, ya que estos dejan salir su carácter y sabiduría a través de “un tejido de palabras,” que Néstor pinta sobre sus rostros, y que están dando lugar a otro estilo de pintura que comienza a reconocerse como “letrerismo”.
Parte de su inspiración proviene de la tapicería precolombina de la peruana comunidad de Paracas, en particular de un manto que incluye un sinnúmero de iconos bordados que representan las actividades cotidianas de sus habitantes. Néstor planea realizar una exhibición asemejando el Manto de Paracas, en donde el artista mostrará en 90 pequeños lienzos lugares del Valle, y algunas de las actividades que sus habitantes desempeñan.
De regreso a la granja y a la naturaleza, el peruano planea lo que en inglés llaman un “paint out”, es decir, invitar a artistas y/o amantes de la pintura para que se pasen un día en la granja, disfrutando de la naturaleza y pintando los parajes. Al final del día, comenta Néstor entusiasmado, justo antes de que el cielo se pinte de rojo, los artistas podrán exhibir, disfrutar y festejar sus obras del día, tal y como los campesinos celebran la cosecha de la temporada, con un gran banquete en comunión con la tierra y su comunidad.
“Nuevos Iconos” de Néstor Madalengoitía se exhibe hasta final de julio en la Greig Farm, ubicada en el 227 de la Pitcher Lane, en Red Hook, NY.
COPYRIGHT 2017
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Esto es un nuevo concepto de crear una galería alternativa y traer el arte a donde se siembra, se cosecha y se vende la comida que producen docenas de manos sudorosas.
Anteriormente se vio una explosión de “Farmer Markets” o “Mercados Verdes” por el país, en donde no solamente se venden frutas, vegetales, carnes, quesos, vinos y legumbres de granjas locales, sino que se han convertido en iconos culturales en donde la comunidad se congrega a comprar, comer, beber, escuchar música o saludar a los vecinos.
Pero la idea de los artistas y el granjero va más allá, sobre todo cuando se trata de una granja como la Greig, que tiene su propio mercado, restaurante, y donde las familias pueden venir de día de campo, comer al aire libre, disfrutar de espectaculares vistas de las Montañas Catskills, o simplemente cosechar arándanos con sus propias manos.
Es ahí, en las paredes del restaurante rústico de la granja, que anteriormente fue un establo lechero, y que se ubica al norte del pueblito de Red Hook, en donde ya está en exhibición la muestra del artista peruano Madalengoitía titulada “Nuevos Iconos”.
Ahí los amantes del arte, la naturaleza y el buen, y saludable comer, pueden apreciar las ocho obras de Néstor que muestran los que muchos consideran ya iconos de esta área: el Puente Mid-Hudson de Poughkeepsie, la Monhok Mointain House de New Paltz, y algunas otras bellas obras arquitectónicas como las casas-faros del Hudson.
Néstor, quien nació en Lima, Perú, y que comenzó dibujando en las paredes de su casa a los seis años de edad, se siente orgulloso de ser latinoamericano y considerarse un ciudadano del mundo. A sus trece años supo que su futuro estaría en el arte o la pintura. Ingresó a la Universidad Católica de Lima, y soñaba, como tantos otros artistas, vivir y realizar su arte en la bohemia Paris.
Pero el amor le hizo una jugada y conoció a la estadounidense Eve, hoy su esposa, a quien siguió hasta Nueva York.
Néstor es hoy conocido por los murales con sentido a comunidad que ha plasmado por las calles de su adoptiva Poughkeepsie, que según el artista, es “centro del universo … bueno, al menos mi universo porque es aquí en donde estoy”.
El peruano es también reconocido por los retratos de personajes que elabora, ya que estos dejan salir su carácter y sabiduría a través de “un tejido de palabras,” que Néstor pinta sobre sus rostros, y que están dando lugar a otro estilo de pintura que comienza a reconocerse como “letrerismo”.
Parte de su inspiración proviene de la tapicería precolombina de la peruana comunidad de Paracas, en particular de un manto que incluye un sinnúmero de iconos bordados que representan las actividades cotidianas de sus habitantes. Néstor planea realizar una exhibición asemejando el Manto de Paracas, en donde el artista mostrará en 90 pequeños lienzos lugares del Valle, y algunas de las actividades que sus habitantes desempeñan.
De regreso a la granja y a la naturaleza, el peruano planea lo que en inglés llaman un “paint out”, es decir, invitar a artistas y/o amantes de la pintura para que se pasen un día en la granja, disfrutando de la naturaleza y pintando los parajes. Al final del día, comenta Néstor entusiasmado, justo antes de que el cielo se pinte de rojo, los artistas podrán exhibir, disfrutar y festejar sus obras del día, tal y como los campesinos celebran la cosecha de la temporada, con un gran banquete en comunión con la tierra y su comunidad.
“Nuevos Iconos” de Néstor Madalengoitía se exhibe hasta final de julio en la Greig Farm, ubicada en el 227 de la Pitcher Lane, en Red Hook, NY.
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