Cultura y noticias hispanas del Valle del Hudson
Con un brinco me izaría a tu regazo, paloma,
Para escuchar en tu arrullo los cuentos del corazón.
Antiguas notas llamando entre desvelos y sueños,
te acurruco entre mis labios y te envuelvo con amor,
mientras mis lágrimas tejen tus recuerdos, mi dolor.
Quién pudiera parar las horas de empecinado andar,
y transportarnos al tiempo en que tu rostro brillaba.
El mismo rostro que vi cuando envuelta en tu mirada
escuchaba tus inéditos cuentos del campo y soñaba
con hacerme alta y brava como tú a quien amaba.
Como niña regreso, corro y me trepo al banquito
donde las manos amasan milagros de nieve y sol
que bailan como enanitos en tus dedos y en los míos
como vieja melodía plegaria de harina son.
Por la ventana entra el calor esta mañana,
mágicas puntadas destilan de la máquina a pedal,
mientras tus labios me cuentan tu paso por mundo ajeno,
la época de sequía, la vaca con su ternero.
Esta noche cuando te vi muy sonriente me contabas
de aquellas tardes hermosas donde tu risa arrastraba
consigo las mil estrellas de mi más tierna infancia
y juntas cosíamos tardes de masitas y de hazañas. COPYRIGHT 2017
La Voz, Cultura y noticias hispanas del Valle de Hudson
Para escuchar en tu arrullo los cuentos del corazón.
Antiguas notas llamando entre desvelos y sueños,
te acurruco entre mis labios y te envuelvo con amor,
mientras mis lágrimas tejen tus recuerdos, mi dolor.
Quién pudiera parar las horas de empecinado andar,
y transportarnos al tiempo en que tu rostro brillaba.
El mismo rostro que vi cuando envuelta en tu mirada
escuchaba tus inéditos cuentos del campo y soñaba
con hacerme alta y brava como tú a quien amaba.
Como niña regreso, corro y me trepo al banquito
donde las manos amasan milagros de nieve y sol
que bailan como enanitos en tus dedos y en los míos
como vieja melodía plegaria de harina son.
Por la ventana entra el calor esta mañana,
mágicas puntadas destilan de la máquina a pedal,
mientras tus labios me cuentan tu paso por mundo ajeno,
la época de sequía, la vaca con su ternero.
Esta noche cuando te vi muy sonriente me contabas
de aquellas tardes hermosas donde tu risa arrastraba
consigo las mil estrellas de mi más tierna infancia
y juntas cosíamos tardes de masitas y de hazañas. COPYRIGHT 2017
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