Medio ambiente
Llegó para quedarse
El carro eléctrico, ahorrando sin contaminar
Por Antonio Flores-Lobos
April 2017 En la Edad Media, los peones tenían que pagar un tributo al Señor de la Tierra para poder sembrar y cosechar sus alimentos; mientras que, en nuestros tiempos, cada 300 millas, o cada semana, tenemos que parar en las gasolineras para pagar los 30 o 50 dólares de tributo a las compañías petroleras, para poder transportarnos e ir en busca del pan de cada día.No sé si se haya dado cuenta, pero por varios lugares del Valle del Hudson, y en el país, andan muy entusiasmados grupos de visionarios que tratan de convencerle de que los carros eléctricos han llegado, y para quedarse.
De hecho, la organización no gubernamental que promueve el carro eléctrico en el valle es Sustainable Hudson Valley (SHV) y ayuda a comunidades a reducir la contaminación ambiental, a través de diferentes medios como lo es la instalación de paneles solares o la compra de autos eléctricos. Con la campaña “Maneja Eléctrico Hudson Valley”, la SHV ha estado llevando a cabo talleres en los que se explican los pormenores sobre lo que significa ser dueño de uno de esos vehículos, al punto que hasta se lo prestan para que “lo cale”, y viva la experiencia.
Ahí mismo, el SHV, en colaboración con el gobierno estatal y federal y algunas agencias de venta de carros, los posibles compradores reciben descuentos e incentivos para adquirir el vehículo eléctrico. El Estado de Nueva York se ha comprometido a tener 30,000 carros eléctricos en las carreteras para el 2018.
Uno de esos facilitadores que aparecen en los talleres del carro eléctrico, es el salvadoreño Hugo Jule. Maneja Eléctrico realiza su trabajo en momentos cruciales, y controversiales por decir algo. Por un lado, su labor es aplaudida por las personas que no quieren más calentamiento global, que abogan por preservar el medio ambiente y apoyan la energía renovable. Para ellos, entre más autos eléctricos haya en las calles, menos gases venenosos habrá en el aire.
Por otro lado, su trabajo pone a esa organización y a los amantes del carro eléctrico en directa confrontación con el gobierno del Presidente Trump, quien se entrevistó con altos ejecutivos automotrices en Detroit, Michigan, y les anunció que no tenían que cumplir con las iniciativas que promovía el Presidente Obama. Esas regulaciones instalaban estándares que intentaban minimizar las emisiones de carbón para respetar los acuerdos internacionales que reducirían el calentamiento global. Ahí mismo el presidente les aseguró que Detroit sería nuevamente la Capital mundial del automóvil.
Detroit, según analistas, no volverá a ser grandiosa otra vez. Para empezar, la iniciativa de la Era Obama, que les ponía el año 2025 como límite para que la industria estadounidense fabricara carros que recorrieran 55.4 millas por galón de gasolina es ya irrelevante. Vaya a saber uno qué presión ejercieron la industria automotriz y petrolera para que el Presidente Obama aceptara semejante acuerdo, en tiempos en que ya había carros que funcionan sin gasolina.
En tiempos globalizados, en que los automóviles llegan por millones a los puertos, o que son ensamblados en varias partes de Estados Unidos, Detroit no va a regresar a ser la Capital de los Carros, puesto que sus enormes y convencionales vehículos “traga-gasolina”, no pueden competir con los pequeños vehículos, que son más eficientes en el consumo de gasolina. Cabe mencionar que tanto la Ford como la Chevrolet han comenzado a fabricar vehículos eléctricos. Es más, los carros eléctricos más económicos son los de estas compañías.
La realidad que no ve el Presidente es que el bolsillo del estadounidense corriente no da para más. Porque aquellos que viven de un salario mínimo, o los de la clase media, asediados por la interminable cadena de cuentas a pagar a fin de mes, no van a comprar un carro que les consuma un galón de gasolina cada 30 millas, cuando pueden comprar uno que les de 50 millas por galón, o uno eléctrico que ni siquiera les obliga a pagar por gasolina, o cambio de aceite.
Como todos los nuevos aparatos electrónicos que salen al mercado, al principio son costosos, y no están accesibles al bolsillo de todos. Pero en cuestión de unos años, los precios bajan, sobre todo en el mercado de los automóviles porque que estos empiezan a depreciarse al momento que salen del lote de carros ―excepto que esta vez no tendrán que ir a pagarle tributo al Señor del petróleo y sus intermediarios.
Boricua compró coche eléctrico
Roberto Rivera, puertorriqueño jubilado que vive en la ciudad de Nueva York, pero que tiene su segunda casa cerca de Woodstock, se enamoró del concepto de no parar más en las estaciones de gasolina y compró carro eléctrico.Pero su amor por el carro eléctrico, que jura adorar, va mas allá. El boricua, quién es ingeniero electricista, con doctorado en matemáticas, tiene el plan de inventar y patentar algo que terminará beneficiando a todo usuario del coche eléctrico.
Una de las supuestas desventajas que tiene el mencionado vehículo, al menos por ahora, es que se tiene que cargar la batería cada 100 millas. De donde vive Roberto en el Valle del Hudson, a su casa en Brooklyn hay unas 100 millas. Y para no ir con el pendiente, de que se le acabe la batería en plena autopista, o que no encuentre una estación para recargar, decidió hacer un invento que permita al carro recargase mientras va funcionando. “Yo lo puedo hacer”, dijo el boricua, sintiéndose muy seguro de sí mismo, “y luego lo voy a patentar para hacerlo accesible a otros”.
El vehículo que compró es un Nissan, Modelo Leaf (Hoja) del 2012, y con 25,000 millas registradas en el odómetro. Sí, ya hay coches eléctricos usados. El precio que pedía la Nissan era $9,500, pero recibió incentivos: $2,000 de gobierno estatal y $4,000 del federal. Al final de cuentas Roberto pagó sólo $3,600 por un vehículo por el que no tiene que gastar en gasolina o cambio de aceite, mientras felizmente maneja sin emitir contaminación, y a un gran nivel de silencio.
LO BUENO: No gasolina; no cambio de aceite; los frenos duran 5 veces más que los carros regulares; silenciosos; más baratos para operar; no emisiones; pueden cargarse rápidamente; cada vez hay más estaciones para recargarlos en las carreteras. Subsidios del gobierno.
LO MALO: Limitados a 100 o 120, antes de cargar batería.
Los coches eléctricos nuevos más económicos empiezan en los $29,000.
¿Dónde se pueden cargar los carros?
Existen muchísimos lugares para recargar su carro mientras viaja, aparte de su propia casa. Primero, hay que tomar en cuenta que el panel electrónico del carro le va avisando de la cantidad de energía que tiene el carro, de manera que usted pueda calcular cuándo debe cargar.Segundo, los dueños de carros eléctricos saben que hay un sitio en internet que llamado PlugShare EV Charging Station (Conecte y comparta; Estaciones para Cargar un Vehículo Eléctrico), que les ayuda a ubicar los lugares para cargar.
Hay muchos tipos de estaciones para cargar, pero se destacan 3: Carga Residencial, que es compartido por miembros del PlugShare. Estaciones Públicas, que han sido instaladas por negocios o gobiernos locales y que regularmente se encuentran en los pueblos y ciudades (por ejemplo, Kingston tiene 13, Poughkeepsie 8, Newburgh 3). Estaciones de Alto Poder, que son para cargar el carro rápidamente, y que se ven regularmente en áreas muy transitadas como las estaciones de descanso en la autopista o Thruway.
¿Cuánto cuesta cargar los carros?
El precio regular de la electricidad, a nivel nacional cuesta 12 centavos por Kilowatt, Como un carro eléctrico se llena con 20 Kilowatts, pues entonces este le dará 100 millas por el precio de 2.40 de dólar.Así como fueron desapareciendo las monstruosas televisiones, o como están desapareciendo las enormes tiendas de los centros comerciales, así vendrá la era en que el carro eléctrico ayudará a la desaparición de las estaciones de gasolina.
COPYRIGHT 2017
La Voz, Cultura y noticias hispanas del Valle de Hudson
Comments | |
Sorry, there are no comments at this time. |