Cultura y noticias hispanas del Valle del Hudson
Hola, mi nombre es Humberto Rodríguez Maya (El Morris) y agradezco la oportunidad de compartir esta experiencia de haberme convertido en ciudadano estadounidense, ―no americano, americano soy desde que nací en Ciudad Neza, estado de México. La aventura empieza hace veinte años cuando emigré a los Estados Unidos buscando una oportunidad de vivir mejor y más seguro que en mi natal México para mi y mi familia.
Crucé la frontera de manera ilegal, o sea sin permiso del gobierno de Estados Unidos y sin una visa o algo que se le parezca. Me establecí los primeros años en Wappinger Falls, New York, donde trabajé como lavaplatos, preparador y cocinero en elgunos restaurantes locales. Después nos mudamos a la ciudad de Poughkepsie, New York, donde estudié en BOCES del condado de Dutchess y me gradué de soldador, (arc welding 1, 2 y 3). Así encontré un trabajo mejor pagado, y ahí pude aplicar para la ley 245I.
Era 2001 y apoyado por mi empleador eventualmente en 2008 obtuve la green card o residencia permanente. Pero no fue fácil ni barato. Fue todo un proceso que llevó siete años y miles de dólares entre abogados y multas (por cruzar la frontera ilegalmente pagué $1,200). No debo nada ni tengo crímenes ya que los aplicantes a la ciudadania son meticulosamente examinados por las agencias federales (I.C.E, D.E.A, C.I.A, F.B.I) y está a discreción de los agentes el aprobar o rechazar las solicitudes. Además, me tuve que aprender el librito de la cien preguntas y respuestas al revés y al derecho.
Finalmente después de ir a poner mis huellas dactilares dos veces, llegó el día de la entrevista y pasé con diez. El agente me dijo, “Welcome to the United States”. De ahí llego la cita para la ceremonia de juramentación en la escuela secundaria de Millbrook, New York, donde 136 personas de 31 países nos convertimos en ciudadanos estadounindenses. Muy pocos latinos había en la ceremonia (había más europeos y asiáticos).
Ahora ¿por qué decidí convertime en ciudadano estadounidense? La respuesta es porque quiero votar, ejercer el maximo derecho y privilegio de votar para defender a los míos, para proteger de alguna forma a mis hermanos latinos y asegurarme que los servidores públicos respeten y cumplan la ley. Tal vez no es mucho pero ese es mi sueño americano. Agradezco a Rocío por su paciencia.
*Humberto Rodríguez Maya, El Morris, es el Director de la emisora radial online del Valle del Hudson, La Super Latina FM, www.lasuperlatinafmradio.com
COPYRIGHT 2016
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Crucé la frontera de manera ilegal, o sea sin permiso del gobierno de Estados Unidos y sin una visa o algo que se le parezca. Me establecí los primeros años en Wappinger Falls, New York, donde trabajé como lavaplatos, preparador y cocinero en elgunos restaurantes locales. Después nos mudamos a la ciudad de Poughkepsie, New York, donde estudié en BOCES del condado de Dutchess y me gradué de soldador, (arc welding 1, 2 y 3). Así encontré un trabajo mejor pagado, y ahí pude aplicar para la ley 245I.
Era 2001 y apoyado por mi empleador eventualmente en 2008 obtuve la green card o residencia permanente. Pero no fue fácil ni barato. Fue todo un proceso que llevó siete años y miles de dólares entre abogados y multas (por cruzar la frontera ilegalmente pagué $1,200). No debo nada ni tengo crímenes ya que los aplicantes a la ciudadania son meticulosamente examinados por las agencias federales (I.C.E, D.E.A, C.I.A, F.B.I) y está a discreción de los agentes el aprobar o rechazar las solicitudes. Además, me tuve que aprender el librito de la cien preguntas y respuestas al revés y al derecho.
Finalmente después de ir a poner mis huellas dactilares dos veces, llegó el día de la entrevista y pasé con diez. El agente me dijo, “Welcome to the United States”. De ahí llego la cita para la ceremonia de juramentación en la escuela secundaria de Millbrook, New York, donde 136 personas de 31 países nos convertimos en ciudadanos estadounindenses. Muy pocos latinos había en la ceremonia (había más europeos y asiáticos).
Ahora ¿por qué decidí convertime en ciudadano estadounidense? La respuesta es porque quiero votar, ejercer el maximo derecho y privilegio de votar para defender a los míos, para proteger de alguna forma a mis hermanos latinos y asegurarme que los servidores públicos respeten y cumplan la ley. Tal vez no es mucho pero ese es mi sueño americano. Agradezco a Rocío por su paciencia.
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