El despreciable acto de tirar basura

Cuando era niña, mi padre me enseñó que tirar basura es muy malo. Me explicó que la basura puede viajar al mar y a otros cuerpos de agua y matar animales. Tomé sus palabras muy en serio. Una vez, mi familia y yo viajábamos en barco. A nuestra izquierda había un hombre que comía un caramelo. Cuando terminó de comerlo, lanzó la envoltura al agua. Me quedé sorprendida. Aquí, enfrente mío había un hombre cometiendo el acto más malo conocido. Corrí a mi mamá: “¡Mamá, mamá,” le dije, “mira ese hombre allí! ¡Tiró basura al océano!” Ella me miró. “Amorcito, no podemos hacer nada. De todas formas, sólo es un poquito de basura”.

Como muchas personas, mi madre creyó que un pedacito de basura no haría nada. Sí, una tonelada de basura es mala para el medio ambiente, pero un poquito, no. Esto es completamente incorrecto. Según la Organización de Protección del Medio Ambiente, en 2006 los estadounidenses generaron 251 millones de toneladas de basura. ¿Adónde va esta basura? Un pequeño desperdicio puede viajar miles de millas con las corrientes del mar o viento y contaminar el mar, las selvas tropicales, los bosques, las playas y más. La basura puede quitar la belleza de esos lugares y matar o hacer daño a los animales. Cuando la basura permanece en su ciudad o pueblo, puede causar incendios o accidentes y atraer ratas y bacterias dañinas. También, la basura puede contaminar las fuentes de agua, lo cual puede causar problemas de salud para humanos y animales. Y no se pueden olvidar los 11500 millones de dólares que los Estados Unidos gastan en extracción de basura cada año.

Encontramos basura en los lugares más raros: una licencia de conducir en el estómago de un tiburón o una silla de montar a caballo en un río. ¿Por qué encontramos basura aquí? ¿Por qué alguien no pudo hacer algo tan sencillo como poner su licencia en un bote de basura? No estoy segura. Pero he visto a muchas personas tirar basura y, examinando sus acciones aquí, espero encontrar una solución.

Vivo en la ciudad de Nueva York y veo basura cada día. Siempre me asombra la cantidad de basura que hay en el metro. Botellas y latas de soda, bolsas de papas, servilletas, bolsas de comida para llevar, vasos de café, periódicos y tarjetas de metro cubren las vías del metro de los cinco condados. Un día estaba en el metro en camino a casa, esperando el tren E cuando vi a un adolescente al otro lado de las vías. Él se estaba tomando una botella de soda, inclinó la botella para tomarla todo, hasta la última gota, antes de lanzarla entre las vías. Luego, tomó un chocolate de su bolsillo y lo comió sin parar y también lanzó la envoltura a las vías. El acto fue casual, como si no tuviera ninguna preocupación en el mundo. Estoy acostumbrada a ver gente tirar basura a las vías, pero la actitud de este joven resalta en mi mente. O bien no entiende las repercusiones de su acciones o no le importa. Lo más irónico fue que detrás de él había un bote de basura.

Al día siguiente mi familia y yo estábamos conduciendo a un partido de fútbol de mi hermana. Miraba por la ventanilla cuando de repente una nube de servilletas ondeó en el cielo. Las servilletas volaban fuera de la ventanilla de un coche. Llevadas por el viento, las servilletas se movieron arriba y abajo durante un minuto hasta que se pegaron a mi ventana. Luego, el viento las voló y las servilletas desaparecieron de vista. Nunca voy a entender eso. ¿Si estás en tu coche, tiras basura por la ventanilla en vez de dejar la basura en tu coche por un rato? Las acciones de esta persona me preocuparon. Tal vez, trataba de mostrar al mundo que no le importa o que es demasiado importante para reciclar o poner su basura en un bote de basura. Quizá soy demasiada pesimista.

Hace una semana estaba caminando a la escuela con una amiga cuando ella tiró una envoltura de chicle al suelo. “¡Oye!” le dije, “¿por qué haces eso?” Mi amiga se encogió de hombros, “No me importa”. Tal vez es así de sencillo. La gente que tira basura no es monstruosa, no son malvados asesinos de delfines. No comprenden las consecuencias asociadas con tirar basura en cualquier parte, no pueden ser culpados por esto. Lo único que podemos hacer es ayudar a que la gente entienda por qué tirar basura debe importarles. Podemos mostrarles cómo la acción de tirar basura está conectada con la salud de una tortuga en las Bahamas o el estado del agua de su vecino.

Espero que un día todas las personas del mundo puedan apreciar la Tierra y tratarla con el amor y cariño que merece. A fin de cuentas, la Tierra es nuestra única casa. Vamos a mantenerla verde, sin basura.

*Chloe Cecil es estudiante de español en Bard High School Early College Queens.

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