Peter González: Por los que vienen detrás

De descendencia puertorriqueña, González nació en la Ciudad de Nueva York, y aunque ha vivido por años en Wappinger Falls, asegura tener su corazón en Newburgh, ciudad desde donde opera Latinos Unidos. 

Lo que poco se sabe de este comprometido líder comunitario es que pasó 14 años de su vida como maestro de jardín infantil. Pero no fue hasta cuando se conviritió en el enlace del Distrito Escolar de Newburgh con la comunidad hispana que se dio cuenta de la necesidad que había de tener una organización que asistiera a los hispanos que iban llegando al Valle del Hudson, muchos de ellos sin siquiera hablar inglés. “Yo veía como llegaban hispanos a las escuelas de Newburgh, y sus padres necesitaban traductores o abogados, pero no había nadie para facilitarles esa información”, agrega el boricua.

Después de 18 años en esa posisión, González se jubiló, y pasó a trabajar como voluntario en la formación de la organización Latinos Unidos, la cual tiene hoy día su base en el edificio del Armory Unity Center de Newburgh, y en donde mensualmente atiende a algunos 30 casos de hispanos que acuden buscando ayuda, ya sea porque algunos patrones no les quieren pagar sus salarios, para llenar formularios para manutención infantil, traducir documentos escolares o quejarse de un acoso, entre otras.

En esa ciudad la población hispana ha sobrepasado a los otros grupos étnicos, llegando ya a ser casi, según el censo estadounidense del 2010, el 50 por ciento de los habitantes.

El puertorriqueño gusta de los deportes, y sigue con esmero la ligas mayores, y a la liga profesional de hokey sobre hielo, más especificamente a los Mets y a los Rangers de Nueva York. Por un tiempo, junto con su asistente peruano, el boricua fue entrenador de un equipo de hockey sobre hielo, y le tocó convencer a los incrédulos angloparlantes de que sí, los latinos de tierras tropicales entendían también de deportes nórdicos.

Otra de sus pasiones es convertirse en un “pájaro de la nieve” y visitar a sus amigos mexicanos y canadienses que se dan cita cada invierno en Puerto Vallarta, México. Es un ritual de jubilados, el que Peter ha adoptado, como muchos otros estadounidenses que, como las aves migrantes, huyen del frío para invernar en lugares con más agradables temperaturas.

Pero, para Peter no hay nada como pasar tiempo con sus tres hijos y la familia, en especial con Jack, “el nene” que lo convirtió en abuelo, hace diez meses. Cada semana, deja de hacer lo que tiene que hacer para viajar a Kingston y pasársela con el nieto.

Mientras tanto, su compromiso con la comunidad sigue firme, aunque lamenta la escasez de fondos para poder pagar la renta, internet y teléfono, necesarios para el funcionamiento de la oficina de  Latinos Unidos of the Hudson Valley, Inc.  En ciertas ocasiones le toca hasta poner dinero de su propio bolsillo para que la organización siga operando. “Es un trabajo muy importante para la comunidad y no debe de terminar. Es por eso que siempre estamos buscando fondos y nuevos miembros, sin importar que no sean hispanos o que no hablen español. Todos son bienvenidos,” agregó.

Y como si eso no fuera suficiente, el que fuese un educador por 32 años,  coordina el “Homework Child Program”, que ofrece a estudiantes ayuda para hacer sus tareas. González reconoce que hay muchos padres que no hablan inglés, o no tienen el tiempo para ayudar a sus hijos con las tareas.

El que lo reconozca La Voz como un inspirador, no es ni el primero, y con seguridad, ni  el último, de los reconocimientos en su haber para el maestro y líder comunitario que piensa ya como extender Latinos Unidos, y sus servicios al área de Poughkeepsie.

CONTACTO:

Latinos Unidos del Valle del Hudson www.LatinosUnidosHV.org, (845) 565-4812, lunes a jueves de 10am a 1:30pm.




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