Carta a los venezolanos

Perdonen a este peruano que se siente demasiado avergonzado porque es evidente que el presidente de mi país se ha subido al vagón de la indiferencia en el que van también otros países de Latinoamérica que condonan las atrocidades que viene cometiendo el gobierno espurio del dictador Maduro, colombiano que funge de venezolano y presidente de Venezuela.

Perdón porque fue precisamente en Lima, con la anuencia del presidente de Perú y de algunos otros países miembros de ese invento cubano llamado UNASUR, donde se le lavó la cara al gobierno ilegítimo de este nuevo engendro de los Castro, que Hugo Chávez le dejó al pobre pueblo venezolano. Decepcionante, pero en la capital del Perú se reunieron varias de las plañideras que fueron después a echar lágrimas de cocodrilo en el cajón vacío de Chávez.

Qué gran tristeza que un presidente (el peruano), que se supone debería ser un hombre de temple y valor por su formación militar, sienta que el dinero que una vez le dio Chávez para su campaña hacia la presidencia, debe pagarlo ahora con una actitud genuflexa ante Maduro, y convertirse en mudo subalterno del nuevo tirano de Venezuela

Y a aquellos políticos, politiqueros y adulones de la actual dictadura venezolana que me preguntarán por qué acuso sin pruebas (como Maduro acusa sin pruebas, solo con indicios) y digo que Maduro es colombiano y dictador, que UNASUR es una farsa, que Argentina, Bolivia, Perú, Ecuador y otros países más son plañideras o lloronas a sueldo, que el cajón de Chávez está vacío porque su cuerpo está en Cuba, y que el presidente Humala de Peru recibió dinero de Chávez, les contestaré que la razón principal por la que puedo expresarme sin tapujos, errado o no, es que me encuentro en un lugar donde se me permite hablar libremente y sin miedo a que me encierren o que me maten.

¡Viva la Venezuela libre y democrática que está por venir!

Arturo Delgado

Copyright La Voz 2014

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