Ser inmigrante en los Estados Unidos es más difícil hoy en día, con programas como “Comunidades Seguras”, en el que la policía puede mandar las huellas digitales de sus detenidos a una base de datos de inmigración. Este programa es muy polémico y ha causado protestas en todo el país. Comunidades Seguras ha provocado un incremento dramático en la detención de inmigrantes y desproporcionadamente de inmigrantes latinos. Sin embargo, debido a los cortes económicos que se promulgaron en febrero, miles de inmigrantes anteriormente detenidos han sido puestos en libertad para mantener más dinero en el sistema de las cárceles. A pesar de ello, el programa persiste.
TEXTO: Cory Fischer-Hoffman, estudiante de posgrado en la Universidad del Estado de Nueva York-Albany y activista por los derechos del inmigrante, está trabajando para despertar la conciencia y organizar resistencia contra este programa polémico de Comunidades Seguras. El trabajo de Fischer-Hoffman toma la forma de un documental radial en el que reúne los testimonios de personas que han estado detenidas, activistas y abogados que conocen el tema.
El documental contra Comunidades Seguras que produjo Fischer-Hoffman se estrenó en el programa de radio quincenal que co-produce “Prison Voices Project” (Proyecto de las Voces de la Cárcel) en WGXC Community Radio 90.7 FM para los condados de Greene y Columbia. Para explorar los problemas dentro del sistema de la cárcel y cómo cambiarlos, el proyecto colabora con los presos, sus familias, los trabajadores de la cárcel, los activistas por los derechos del preso, y otras comunidades afectadas por el sistema carcelario. El documental se titula “The Penalty is Exile: How Immigration and Criminalization Collide” (O “El castigo es el exilio: Cómo chocan la inmigración y la criminalización” y se puede escuchar aquí: http://wgxc.org/archives/4485).
El programa de Comunidades Seguras funciona así: después de que la policía detiene a una persona, sea culpable o no, se la lleva a la estación de policía. La policía toma las huellas digitales del detenido y estas son enviadas al FBI y a una base de datos de inmigración (ICE). Entonces, si se detiene a una persona inocente pero sin estatus legal en el país, Comunidades Seguras permite que esta persona sea transferida a las autoridades de deportación. La mayoría de estas personas han vivido en los Estados Unidos por años, y ya tienen sus vidas, niños, y hasta sus nietos en el país. Una persona así, que ha no ha cometido ningún delito, o ha cometido una pequeña infracción inocente, no merece ser deportada.
El documental de Fischer-Hoffman enfatiza el hecho de que la mayoría de los estadounidenses no saben qué se siente ser extranjero—y todavía menos saben cómo es serlo en un país con leyes hostiles que te discriminan por tu color de la piel, como Comunidades Seguras. Una de las grandes críticas ha sido que la mayoría de las detenciones resultan de prejuicios raciales que la policía dirige a personas que parecen inmigrantes. Los latinos, incluso latinos ciudadanos, son detenidos injustamente más que cualquier otro grupo. Tanya Golash-Boza, autora de Immigration Nation: Raids, Detentions, and Deportations in Post 9-11 America y profesora en la Universidad de California, explica que “la diferencia entre la cárcel y la detención es que estás en la cárcel porque has cometido una crimen. . .La gente que están en detención migratoria no sirven una condena, y técnicamente no es un castigo. Están allí porque esperan su juicio, o esperan la deportación. El tiempo medio para la detención es 30 días, pero muchas personas pasan años en detención”.
En el documental, el director del grupo “Families for Freedom” Abraham Paolos dice que el 49 por ciento de la detención de inmigrantes está privatizada. Así que, detener inmigrantes es un negocio, una industria que genera dinero para quienes le brindan este servicio al gobierno el cual paga millones de dólares para la imposición de estas detenciones. Fischer-Hoffman entrevistó a una manifestante frente a Wells Fargo, uno de los patrocinadores de la industria de la detención. Ella explica que “el gobierno paga mucho dinero para detener a los inmigrantes. Cada persona detenida cuesta $166 dólares al día, y solamente se gasta menos de un dólar cada día por la comida y no se ofrece seguro médico”.
2013 es el año en el que Comunidades Seguras se implementará en todo el país. Muchos están insatisfechos con la falta de acción de Barack Obama. Michelle Fei, codirectora del Immigrant Defense Project dice que “Obama de verdad tiene la capacidad de parar el programa, pararlo en seco. No puede seguir prometiendo a los inmigrantes que los está ayudando, mientras que realiza estas políticas a través de programas como Comunidades Seguras”. Ahora que Obama ha sido reelegido como presidente y no está tratando de ganar votos, y mientras las negociaciones por las reforma migratoria avanzan, los manifestantes y el activismo son la clave para cambiar estas políticas de detención.
LA VOZ, Cultura y noticias hispanas del Valle de Hudson
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