Cultura y noticias hispanas del Valle del Hudson
Recuerdos de...
Un Boricua Descubre Nalma en India
Por Juan Carlos (Latin) Piñeiro Moyet
August 2012 El mundo está lleno de lugares y personas que pueden llenar la mente de aprendizajes y el alma de vida. Por mis trabajos como poeta, educador y maestro de yoga he tenido la oportunidad de viajar a varios bellos e impresionantes destinos. He sentido el frío de -46 grados en Alaska, las constantes lloviznas de Londres y el calor alumbrante de Miami. Recientemente tuve la oportunidad de estudiar yoga en el Sur de Kovalam, Kerala, India. Fue un mes que me dio la enseñanza mas potente de todos mis viajes. La enseñanza de nalma a través de la directora de un orfanato.
el estado de Kerala, India, fue establecido en 1956 en un intento de unificar a las regiones que hablan la lengua Malayalam. Mientras estuve allí la temperatura se mantuvo entre los 80 y 95 grados durante noche y día. Al lado del hotel Somattheeram las olas del Mar Árabe se oían fuertemente azotando contra la costa. Pero fuera del área hotelera parece existir una batalla dentro de la bella naturaleza y la pobreza. Algunas casas que pude ver sirvieron de ejemplo de la deprimente condición económica. Unas se veían aun no terminadas de construir y otras estaban abandonadas. Pedazos de bolsas, periódicos y envases desechables parecían crecer del suelo. Todo esto se encuentra junto a bellos árboles, palmas, manglares y aves que cantan el día entero. Afortunadamente, no es así en todo el estado.
Lo más asombroso fue conocer a personas que tenían muy poco en cuanto a pertenencias pero aun adornaban sus rostros con sonrisas enormes. Adondequiera que mis aventuras me llevaban encontraba personas alegres y amables. Hombres, mujeres, niños y niñas me miraban al percibir de inmediato que un extranjero había entrado a su barrio. Al principio pensé que sería mal recibido. Pero las miradas siempre fueron sazonadas con sonrisas tiernas. Toda persona que conocí en Kerala me trató como a un viejo amigo.
Así fue como me trató Indira Balachandran, la directora de un orfanato que visité llamado Orfanato Asraya en donde a veces se refugian mas de 100 jóvenes, y que es financiado completamente con sus ingresos como cocinera y donaciones del público. No es un orfanato común ya que los jóvenes no están a la espera de ser adoptados. Simplemente viven bajo su cuidado y se ven ten alegres como ella. Algunos de los huérfanos han sido abandonados, han huido por abusos físicos, o sus padres han fallecido entre otras razones. Yo pensé que una mujer que ve tanta tristeza tendrá que vivir su vida tristemente y con mucho estrés. Pero no es así. Indira es una de las personas más dulces y alegres que he conocido. “Soy la mujer más afortunada del mundo,” dice Indira.
Le pregunté qué necesita en caso que pudiera ayudarla y comentó que sólo le gustaría “apoyo moral. No es fácil realizar este trabajo cuando hay algunos que no tienen fe en mi o mis labores. Sólo quiero saber que otros me aprecian. Es todo lo que necesito”. ¿Cómo se mantiene tan alegre? “En tu lenguaje no existe una buena traducción a la palabra nalma. Nalma significa todas la cosas buenas que uno lleva dentro del corazón. Mientras más nalma que tenga uno, más nalma uno regala y más nalma uno atrae”. Al escuchar esto mis ojos se llenaron de lágrimas. Indira pudo haber pedido dinero para aprovecharse de mí y el momento. Pero no lo hizo por su nalma.
Luego de haber aprendido esta lección pude entender como estas personas pobres pueden vivir sus vida alegremente. Es porque entienden que lo material no es lo que realmente importa. Lo que mas importa es la alegría, el amor y todo lo bueno
COPYRIGHT 2012
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Lo más asombroso fue conocer a personas que tenían muy poco en cuanto a pertenencias pero aun adornaban sus rostros con sonrisas enormes. Adondequiera que mis aventuras me llevaban encontraba personas alegres y amables. Hombres, mujeres, niños y niñas me miraban al percibir de inmediato que un extranjero había entrado a su barrio. Al principio pensé que sería mal recibido. Pero las miradas siempre fueron sazonadas con sonrisas tiernas. Toda persona que conocí en Kerala me trató como a un viejo amigo.
Así fue como me trató Indira Balachandran, la directora de un orfanato que visité llamado Orfanato Asraya en donde a veces se refugian mas de 100 jóvenes, y que es financiado completamente con sus ingresos como cocinera y donaciones del público. No es un orfanato común ya que los jóvenes no están a la espera de ser adoptados. Simplemente viven bajo su cuidado y se ven ten alegres como ella. Algunos de los huérfanos han sido abandonados, han huido por abusos físicos, o sus padres han fallecido entre otras razones. Yo pensé que una mujer que ve tanta tristeza tendrá que vivir su vida tristemente y con mucho estrés. Pero no es así. Indira es una de las personas más dulces y alegres que he conocido. “Soy la mujer más afortunada del mundo,” dice Indira.
Le pregunté qué necesita en caso que pudiera ayudarla y comentó que sólo le gustaría “apoyo moral. No es fácil realizar este trabajo cuando hay algunos que no tienen fe en mi o mis labores. Sólo quiero saber que otros me aprecian. Es todo lo que necesito”. ¿Cómo se mantiene tan alegre? “En tu lenguaje no existe una buena traducción a la palabra nalma. Nalma significa todas la cosas buenas que uno lleva dentro del corazón. Mientras más nalma que tenga uno, más nalma uno regala y más nalma uno atrae”. Al escuchar esto mis ojos se llenaron de lágrimas. Indira pudo haber pedido dinero para aprovecharse de mí y el momento. Pero no lo hizo por su nalma.
Luego de haber aprendido esta lección pude entender como estas personas pobres pueden vivir sus vida alegremente. Es porque entienden que lo material no es lo que realmente importa. Lo que mas importa es la alegría, el amor y todo lo bueno
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