Hace unas semanas estuve en el Valle Central de California, con la edición número 12 (doce ya, ¿quién lo hubiera dicho?) de la revista La Voz del Valle Central. Tal vez recuerden los atentos lectores que desde agosto de 2008 La Voz tiene una publicación hermana que sale cada tres meses en la costa oeste, con 7000 ejemplares de tirada y una amplia distribución por los condados de Kern, Kings y Tulare, donde la mayoría de los residentes son hispanos y más que nada mexicanos.
Esa revista es muy parecida en espíritu a esta, La Voz del Valle de Hudson, aunque el contenido varía un poco con la información local correspondiente. En esta La Voz, la del Valle de Hudson, hemos publicado notas que se originaron allá, como la de los narcocorridos, o la historia del cosaco ucraniano que aprende español de formas inverosímiles, ambas en abril. En este número también tenemos una perlita que se formó en la otra costa, la creatividad literaria de un grupo de estudiantes universitarios que están dando sus primeros pasos con el idioma, español o castellano, como quiera llamarlo. Por supuesto que el intercambio de costa a costa también sale de Nueva York y llega a California, como la columna de juegos matemáticos, el suplemento educativo y algunas otras notas, comentarios y opiniones que pasaron primero por las páginas de La Voz del Valle de Hudson.
Pero volviendo a mi viaje de hace unas semanas. Pasé por Fresno y me encontré con un lector ferviente de La Voz, Polo Ortiz, voluntario en Radio Bilingüe y estudiante de la maestría en español. Su sueño es seguir también el doctorado y al terminarlo, recorrer el mundo enseñando español y nuestras culturas en todos los rincones de la tierra. Muy buena idea, espero que cumpla su sueño. Polo encontró La Voz en una mesita de la radio y le encantó porque dice que no sólo está bien escrita sino que invita al placer de la lectura, algo que él también quiere promover. Muy bueno el elogio, y nos sentimos agradecidos. Claro que Polo no ha sido el primer lector en animarse a decirnos algo semejante y estamos felices por todo el aprecio que nos demuestran. También por eso seguimos tratando de superar las expectativas de lo que se supone son los medios de comunicación escritos en español en los Estados Unidos.
En este número de La Voz, espero que encuentren buenos motivos para deleitarse con las buenas lecturas, esas que inspiran, ya sea para algo práctico como prepararse para una posible reforma inmigratoria, o para aprovecharse del buen tiempo y muchas actividades divertidas y baratísimas (algunas gratis) de las que pueden disfrutar en nuestro hermoso Valle de Hudson. También en junio, la periodista argentina Valeria Sorin nos explica por qué Buenos Aires (mi ciudad natal) ha sido elegida la capital mundial del libro y nos pasa unas excelentes recomendaciones de lecturas en castellano que se pueden encontrar en las bibliotecas más cercanas a su casa.
Y esto es sólo una parte de lo que le depara la revista La Voz de junio. Alejandra Charrabe reflexiona sobre la famosa fiesta de quince que tanto cuesta a los trabajadores padres hispanos y que muchas adolescentes todavía añoran. Y es que la escritora Julia Álvarez pregunta si acaso no sería mejor ahorrar ese dinero para pagar la educación universitaria de las hijas, ¿cómo se hace para conservar esta tradicional fiesta de cumpleaños? Además, Juan Carlos (Latin) Piñeyro entrevistó a dos jóvenes hispanas recientemente galardonadas con el premio a las estrellas latinas en ascenso menores de cuarenta años y asistió a una conferencia sobre arte y comunidad en el Valle de Hudson. ¿Quién dijo que por acá no pasa nada? Tal vez tenga que leer más La Voz para poder enterarse. (Si sabe de algo, por favor nos avisa a [email protected]).
¡Bienvenidos a La Voz de junio y que disfruten del placer de leer!
Mariel Fiori
Directora
COPYRIGHT 2011
COPYRIGHT 2011
La Voz, Cultura y noticias hispanas del Valle de Hudson
Comments | |
Sorry, there are no comments at this time. |