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Borracho con poder El camino condenado de Alberto Fujimori

November 2006

En abril de 1990 un extranjero de la política llamado Alberto Fujimori ganó una elección y a los dos meses tomó juramento como presidente de Perú. Tenía una cara inocente y un arsenal de promesas vagas y cómodas. Sin embargo, al mes de su inauguración había lanzado una “terapia de choque económica” y una purga militar. A los 2 años había reformado la constitución y reconvocado la legislatura gracias a un “autogolpe”. Y a los 10 años estaba enviando su renuncia via fax desde Japón al congreso de Perú. Ahora está pedido por la Interpol por asesinato, secuestro y crímenes contra la humanidad. ¿Qué pasó?

EL PRINCIPIO

Después de la elección de 1990, 2.049.382 personas recibieron una multa por correo en el Perú. Habían cometido un delito considerado tan antipatriota por el gobierno que tuvieron que pagar el equivalente de 12 dólares, el sueldo de varios días en este país. Y es que habían faltado a votar a la elección presidencial, lo cual, como aconteció, llevó a Fujimori al poder. Aun para los estándares de una elección peruana, esta elección fue extraña. El sistema de partidos políticos se había hecho muy partidista. La izquierda y la derecha gravitaban más y más a los extremos, y un vacío de poder emergía en el centro. Alguien sin afiliación y sin conexión a los fracasos de los partidos establecidos estaba en posición de ventaja. Así no sorprendió a muchos cuando Alberto Fujimori empezó a robarle terreno al entonces primero en las encuestas, Mario Vargas Llosa.

La caída de Vargas Llosa fue rápida: primero perdió la confianza en su candidatura, después sufrió otra derrota al perder la elección, y ahora ha venido a Bard College en Nueva York a dar una clase sobre sus novelas históricas. Tan rápido como su caída, fue el ascenso de Fujimori. Pero ni siquiera él estaba preparado para su éxito súbito.

Su partido “cambio 90” fue montado sólo para la elección. Además, como se dice que la gente, sin conocimiento seguro del ganador, tomaba la decisión mientras hacía la cola esperando para votar, no fue posible conseguir una mayoría para “cambio 90” en el congreso. De 62 senadores, solamente 14, y de 180 diputados, solamente 32 pertenecían a “cambio 90.” Aun así, el partido de Vargas Llosa obtuvo 21 sillas en el senado y 62 diputados en la cámara baja. Si tuviera que adivinar el sino de la presidencia en ese momento, hubiera podido decir “impotente” con seguridad. Pero esta suposición no pudo ser más incorrecta. Porque Fujimori, número uno de su clase, y un hombre astuto, conocía bien su apuro y ya estaba realizando las primeras etapas del plan.

El primer día de asumir su mandato, el presidente despidió al hombre a cargo de la armada y de la fuerza aérea. Al día siguiente siete almirantes más fueron despedidos. La jerarquía militar fue reorganizada completamente. Unos meses después Fujimori pidió al congreso que le otorgara la autoridad de designar generales y eliminara las limitaciones del mandato.

También inició inmediatamente su “terapia de choque económica”, o mejor dicho, el “Fujishock”. Con el Fujishock, el país fue reintroducido en la economía mundial. Se cortejaba a la inversion extranjera bajo la supervisión del Fondo Monetario Internacional, y los inversionistas se apuraron en extraer petróleo, gas natural y minerales de las selvas.

El gobierno privatizó cientos de empresas previamente controladas por el estado. El Perú se sacudiría con los cambios y pronto se generaron más de 9 billones dólares. Por supuesto, se desconocía dónde iban a parar.

Todo esto lo hizo poniendo en juego su reputación. ¿Por qué? En retrospectiva,pareciera que Fujimori reaccionaba al descubrir un plan secreto de golpe trazado por los militares. Aparentemente, su consejero de seguridad, Vladimiro Montesinos, había obtenido y transmitido la información. Entonces, tomaron todas esas medidas antimilitares para salvar sus propios pellejos.

Pronto Montesinos y otros se dieron cuenta que era más seguro controlar a los militares que oponérseles. Y así empezó una relación cercana entre el gobierno de Fujimori y las fuerzas armadas.

También fue el principio de la dependencia de Fujimori en su consejero Montesinos. Como un asociado del ex-presidente dijo: “prefería tener a un hombre tan peligroso como confidente para controlarlo y aprovecharse de él, porque de lo contrario podría volverse en el primer conspirador contra él”. Aunque se puede discutir si esta relación fue creada por necesidad, probablemente fue la razón por la que Fujimori consiguió la presidencia. Y, como ocurrió, fue la razón por la que la perdió.

EL AUTO-GOLPE

El golpe planeado por la escuela military ocurrió, pero no de la manera esperada. Fujimori calculaba que si reemplazaba a los insubordinados y coordinaba sus metas con las de las fuerzas armadas, podría realizar el golpe unilateralmente. Tenía razón.

Como se anticipaba, se presentaron problemas entre el ejecutivo y el legislativo. Surgieron amenazas y contra leyes una tras otra hasta que la tensión estuvo a punto de explotar. En ese momento, la tarde del 5 de abril de 1992, Fujimori hizo lo que las fuerzas militares habían planeado dos años antes y lo hizo suyo: el autogolpe.

Al mismo tiempo que los tanques aparecían frente al Palacio de Justicia, se encarcelaba a los senadores influyentes. Fujimori anunció por televisión: “He decidido disolver el Congreso. La democracia que teníamos antes sólo fue una cáscara, pero ahora tenemos que entregar el contenido de la cáscara”. A continuación decretó que sería necesario el poder del decretismo. Aun así, el público pensaba que el nuevo régimen era más democrático que el sistema anterior. El autogolpista dio un paseo por el centro de Lima y fue aplaudido por las muchedumbres. La única respuesta negativa venía de la comunidad internacional, pero sus condenas no pasaban de un resbalón en la muñeca.

Quizás para asegurarse de que la comunidad internacional continuara financiándolo, convocó un “Congreso Constituyente Democrático” (CCD). El CCD era completamente fiel y ratificaba más o menos sin reservas todo lo que Fujimori proponía. Fue un gesto vacío y brillante porque parecía pro-democrático (bueno, tenía la palabra “democrático” en el nombre) mientras la realidad era que aumentaba el poder del ejecutivo.

El efecto secundario de un nuevo congreso y una nueva constitución (sí, otra fue escrita) fue que Fujimori ya no estaba limitado a dos mandatos. Le daba una pequeña ventaja en la elección presidencial de 1995, que obviamente ganó. Repitió la hazaña en 2000, y todo parecía estar bien. De veras, el ejemplo establecido era tan convincente que el Presidente Boris Yeltsin de Rusia lo usó en su propia reestructuración del congreso en 1994.

LOS ESCÁNDALOS

Lo que chocaba con el ventilador y emplastaba las paredes era una película de Montesinos. Y como un dominó, el gobierno se derrumbó, dejando un crudo silencio y un hombre de pie en el centro. Aquel hombre sabía que debía huir o morir: decidió huir.

La película fue difundida por Canal N en la tarde del 14 de septiembre de 2000. Mostraba a Montesinos presentando una pila de dinero (15,000 USD) a un senador a cambio de su defección al partido de Fujimori. De repente, docenas más de películas incriminatorias aparecieron en las noticias. La cantidad de justicia, como notó un observador, era “proporcional al tamaño del soborno”.

Montesinos no tenía ganas de arreglar el problema esta vez y huyó. Fujimori sirvió de palo, pero tuvo la cortesía de anunciar que algo malo había pasado antes de que huyera. Ayudó al CCD a convocar una nueva elección. Y con el pretexto de asistir a un foro económico salió del país. Se encaminó a Japón, la patria de sus padres, donde fue protegido y cuidado.

Inmediatamente después de su salida las acusaciones llegaron rápida y furiosamente: personas denunciaban que escuadrillas de muerte habían asesinado a civiles inocentes; en ausencia de una amenaza contra sus vidas, oficiales osaban revelar que Fujimori, junto con el SIN, había intervenido, detenido y torturado a cientos de opositores políticos.

Por otra parte, las fuerzas armadas sofocaron a la oposición en el congreso. Y con la ayuda de Montesinos, miles de armas habían sido contrabandeadas a los narcotraficantes colombianos, se incitó la producción de cocaína en las selvas.

Y entonces el mundo descubrió un delito imperdonable. Cada año entre 1990 y 2000 un promedio de 20,000 personas habían sido esterilizados: más de 200,000 personas en total. 90% de las victimas eran campesinos. Parece que Fujimori tenía una aversion especial contra los indios nativos, los Quechua y Aymara. La mayoría de las esterilizaciones fueron forzadas: las victimas eran chantajeadas, secuestradas o engañadas por doctores. Por esto el ex-presidente ya había sido acusado de genocidio.

 
EL CUENTO SIGUE

Si antes del autogolpe parecía que solo estaba atontado por los efectos del poder, para 2000 ya era claro que Fujimori estaba completamente embriagado. Todavía no estaba sobrio cuando fue capturado en Chile, para presentar su candidatura no menos, en noviembre de 2005. Pensaba usar el país como una plataforma de lanzamiento para su campaña presidencial.

Claro, Chile quería mucho tener una plataforma contra Perú. Históricamente tuvieron malas relaciones y Chile tenía poca razón para entregar a una persona tan valiosa. Y no lo entregaron –de hecho, lo dejaron salir bajo fianza. Completamente libre, se alojó en una mansión de Santiago.

Pero el daño ya había sido hecho: Fujimori faltó a la elección de 2006. La marca de gaseosa que lanzó su hijo para conseguir fondos (se llama Fuji-cola) no tenía sentido. Y su hija, a quien le pidió representarlo en la elección, fue impedida por medio de una interdicción de su padre.

Los políticos tenían buenas razones para estar nerviosos. El autor de este artículo ha sido informado por fuentes fiables que persiste hasta hoy el apoyo por el expresidente. Este abril su hija Keiko ganó una banca en el congreso por un alto margen.

No es decir que el ex-presidente no tenga una herencia mezclada en el Perú. Cuando un documental llamado “La Caída de Fujimori” debutó en Lima el año pasado, la audiencia casi mató a la directora. Muchos todavía están furiosos por los asesinatos, la pérdida de empleo y la destrucción ambiental. Al final, no es posible predecir que pasará con este hombre tan amado y tan odiado. Quizás se canse de Chile y escape. O quizás se quede y encuentre su sino. ■

PÁGINAS PARA VISITAR

www.fujimoriextraditable.org, dedicada a la extradición de Fujimori de Chile a Perú. www.paginafujimorista.org, el foro official del Fujimorismo www.albertofujimori.org, la página personal (en español, inglés y japones, no menos) del ex-presidente. Actualizada casi diariamente hasta su captura. Visitela antes de que la cierren.

 

PELICULAS PARA VER

www.albertofujimori.org/jugj/*, aquí puedes ver clips que el mismo Fujimori ha puesto. The Fall of Fujimori (La Caída de Fujimori)- un documental en ingles con subtítulos en español sobre el controvertido ex presidente. Muy informativo y entreteniendo.

 
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