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El trastorno afectivo estacional de otoño e invierno se puede prevenir con A M O R.
 

Por Dora Inés Grosso García
December 2022
Esta situación se relaciona con los ritmos circadianos y los relojes biológicos de la naturaleza que rigen el comportamiento de los seres vivos, incluyendo a los seres humanos, que se ven afectados por la falta de luz solar en algunas épocas del año.
¿Qué son los ritmos circadianos?  
Los ritmos circadianos son cambios fisiológicos, psicológicos, mentales y conductuales, son hábitos que se rigen por la luz y la oscuridad en el ambiente de un organismo. La luz del día activa y desactiva los relojes biológicos y cuando hay cambios en el ambiente se pueden alterar los ritmos del sueño, del apetito, las emociones, entre otros.

Los síntomas del trastorno afectivo estacional se presentan al final del otoño y principios del invierno y desaparecen en primavera y verano, con el sol radiante. 

La falta de luz solar afecta a los neurotransmisores del cerebro, disminuye la producción de serotonina, alterando el estado de ánimo. Puede presentar, depresión, melancolía, deseo de dormir a diferentes horas, insomnio, cansancio, apatía, aumento de peso, cambios en hábitos alimenticios, descuido personal, entre otros.

Este fenómeno influye en la Psiquis humana disminuyendo la capacidad de logro, el interés por ser productivos y su sentido de vida, se puede presentar deseo de consumir sustancias estimulantes, alcohol, y podrías caer en una adicción. Por esto es importante poner atención y evitar automedicarse, es mejor consultar a un especialista.

¿Qué podemos hacer para afrontar esta situación?
En principio es importante estar atentos a nuestra salud, a nuestra conexión emocional y espiritual, a los cambios en el estado de ánimo, esto tiene que ver con nuestro autoconcepto, el amor por nosotros mismos, alimentarnos adecuadamente, hacer ejercicio, relajarnos, descansar, enriquecer nuestra vida con buenos hábitos, rodearnos de ambientes positivos, actividades recreativas, leer buenos libros, ver películas alegres, escuchar música relajante y dinamizante, darnos amor.

Recordemos que el amor es el gran remedio, disfrutar de momentos agradables, autocuidado, recibir los rayos del sol, usar colores energizantes, alegres, comer frutas y vegetales vivos, beber abundante agua, comer alimentos ricos en vitamina D, y E.  Preferir los alimentos naturales, orgánicos y libres de sustancias químicas y preservativos.

Ayuda mucho iluminar la casa. No es gratuito que, en esta época, se decora con luces, se hacen fogatas, se comparte, se dan regalos. Si estás sintiendo alguno de estos síntomas, busca apoyo en tu grupo cercano y reflexiona: ¿qué necesitas cambiar en tu vida?, dejar ir el pasado, vivir en el presente, crear motivos para sentirte feliz, recordemos que Yo soy la persona más importante y necesitamos estar centrados en nosotros mismos, enriquecernos siempre con amor, para prevenir este síndrome y cualquier otra alteración en nuestras vidas que nos pueda afectar.  

Les deseo una Feliz Navidad y un maravilloso nuevo año 2023, lleno del poder del amor.

*Dora Inés Grosso García es Psicóloga Holística, [email protected].


 

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