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Medio ambiente

Patrullas en el Río Hudson

Por Kevin P. Soto
November 2014
Empezando en las montañas del Adirondack y desembocando en el océano Atlántico, en la bahía superior de Nueva York (entre Manhattan, Staten Island y las costas de Nueva Jersey), el río Hudson discurre por 507 kilómetros (315 millas) y alberga una plétora de vida marina. El río tiene un significado inmenso para la cultura y economía de Nueva York. El gran escritor estadounidense Washington Irving capturó la imagen de un país ambicioso en su infancia con sus descripciones de las montañas Catskill y el río Hudson con sus aguas azul del cielo. 
A pesar de su belleza natural e importancia como recurso de agua potable para nueve 
millones de personas, el río Hudson ha sufrido a manos de corporaciones y gente que lo 
contamina. 

La organización Riverkeeper trabaja sin cesar para proteger el río Hudson. Gracias al activismo de organizaciones ambientales, la Ley de Agua Limpia fue aprobada en 1972, la cual prohíbe a las compañías tirar químicos al río. Pero todavía existen peligros, a pesar de los esfuerzos de mantener el agua limpia. La misión de Riverkeeper, según su sitio web, www.riverkeeper.org, es defender el río Hudson, sus tributarios y el suministro de agua potable de nueve millones de residentes del Hudson Valley y la ciudad de Nueva York, con énfasis en la restauración de los ecosistemas del río Hudson, en particular, la reducción del número de pescado muerto y contaminación del agua; protección del suministro de agua potable de la ciudad de Nueva York; y el mejoramiento del acceso público al río Hudson. 

Varias veces, la manera en que se hace cumplir la ley que protege el río empieza con un 
ciudadano quien reporta lo que sospecha ser una violación a la Ley de Agua Limpia. Entonces, Riverkeeper envía su patrulla para investigar el asunto. Riverkeeper mantiene un cuerpo de seguridad en el río que lo patrulla a lo ancho y lo largo, desde el sur del puerto de Nueva York hasta la presa federal en la ciudad de Troy. El barco de patrulla, llamado R. Ian Fletcher, mide casi 11 metros (36 pies) y aparte de conducir patrullas de contaminación, también apoya a investigaciones científicas y ejecuta pruebas de calidad del agua. 

El peligro más serio que enfrenta el río, según el presidente de Riverkeeper, Paul Gallay, es el transporte de petróleo crudo por medios de buques petroleros. En caso de una explosión, el daño que causaría podría costar miles de millones de dólares en restauraciones y devastaría la ecología del río. 

Para combatir estos peligros, Riverkeeper pide más medidas de seguridad tanto al nivel estatal como federal. En particular, la organización urge la reescritura completa de las reglas de seguridad para los trenes que transportan materiales peligrosos, incluyendo petróleo crudo. Esto incluye la revisión de las operaciones para expandir el transporte de petróleo en Albany y New Windsor. También demandan una moratoria en el transporte de petróleo crudo en Nueva York hasta que sea seguro. 

Un río contaminado puede causar daño a millones de personas, en particular a comunidades como la ciudad de Poughkeepsie o el pueblo de Rhinebeck, que dependen del agua del río. Dice Dan Shapley, gerente del programa de calidad de agua: “La contaminación de las aguas residuales puede hacer el contacto con el agua algo muy peligroso, hasta para actividades tan básicas como bañarse en el río”. Aunque el río generalmente está limpio casi todos los días, queda contaminación crónica en algunas localidades, y contaminación ocasional en otras. La contaminación tóxica resulta en el peligro de comer ciertos pescados, como la anguila, en ciertas áreas del Hudson. Para más al respecto, visitar:  http://www.health.ny.gov/es/environmental/outdoors/fish/hudson_river/advisory_outreach_proje
ct/ 

La Ley de Agua Limpia ha sido indispensable en la protección del Río Hudson pero actualmente se encuentra en peligro, junto con varias otras leyes del medio ambiente. Dice Gallay: “El riesgo más serio al que nos enfrentamos es si Nueva York deshace las leyes del impacto ambiental”. El riesgo nacional, según Gallay, es que el congreso revoque medidas básicas para proteger pantanos y la calidad de agua con la Ley de Agua Limpia. Al día de hoy, la cámara de representantes ha aprobado varios proyectos de ley, pero por ahora todos han sido rechazados por el senado. 

El trabajo para proteger el río Hudson nunca para. Uno de los eventos notables incluye una limpieza masiva cada año en la primavera llamada Riverkeeper Sweep. En un solo día, equipos de voluntarios se juntan en ochenta localidades diferentes junto a las costas del río Hudson para eliminar millones de toneladas de escombros y basura. 



LA VOZ, Cultura y noticias hispanas del Valle de Hudson

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