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Crónicas de Nueva York

Otro verano más en el Valle del Río Hudson

July 2006
El clima en esta parte de los Estados Unidos es muy extremo. El invierno tiende a ser muy frígido y el verano muy caluroso. Y la gente que vive por acá, suele amoldarse a este cambio extremo vistiéndose con una ropa caliente cuando hace frío y casi desnudándose cuando el calor azota. Pero nunca les falta la energía para hacer algo para no aburrirse. Y es que el ritmo de la vida actual se los pide. Tienen que hacer algo más cuando no están trabajando. ¡La meditación es cosa de otro mundo!
Y en el verano la gente tiene además algún tiempo libre que lo invierte en viajes, visitas a museos, playas, parques, cines y teatros. El río ofrece otra alternativa de disfrute y contemplación de la naturaleza. Barcos que zarpan río arriba o río abajo hacia el delta de Nueva York. Mansiones majestuosas que se levantan como grandes monumentos junto a la rivera de este gran río y que pintan con contrastantes colores los paisajes del Valle para crear una plácida vista al alcance de cualquier visitante.

Muchas de las personas de la gran ciudad de Nueva York escapan el infierno del asfalto en estos veranos calurosos para disfrutar los fines de semanas de los manjares, las delicias y la frescura que el valle del Río Hudson les ofrece. Ya sean huertas con viñas para catar vino como la huerta de Clinton o Marlboro; o parques nacionales con lagos y riachuelos para pescar y bañarse como Bear Mountain, Fanstock State Park o Catskill Mountains. Los locales, por supuesto, pueden disfrutar de estos recursos a diario por estar muy cerca de ellos. Aunque también hay mucha gente de esta región que prefiere ir al sur para bañarse en las playas del Atlántico o viajar y visitar familiares en otros lugares.

Todos sabemos que los climatizadores de aire ayudan mucho a apaciguar el calor, pero si no se cuidan bien uno acabará reemplazándolos cada par de años. Por eso podemos notar que con la llegada de la primavera y cuando el verano viene “empujando”  poco a poco, los establecimientos comerciales venden por completo sus climatizadores de aire acondicionado. Y cuando uno va sintiéndose caliente y su apartamento o casa es como una sauna o baño turco, intenta buscar algun remedio fresco utilizando el climatizador de aire, o dándose un chapuzón en una piscina o en el Río Hudson para calmar esa “sequía” corporal.  

Las playitas del Río Hudson junto a Beacon, Cold Spring y Croton-on-Hudson  pueden servir bien esa función de refrescantes y ser un lugar de gran disfrute y regenerador de esfuerzos para ir al trabajo el próximo día.

Otras amenidades que se encuentran en el Valle del Hudson son las grandes ferias regionales como la de Dutchess County o Ulster County en Rhinebeck y New Paltz respectivamente. Aunque generalmente estas ferias abren sus puertas en agosto cuando el sol derrite más aún los sesos, uno puede refrescarse dulcemente tomando los deliciosos batidos de chocolate, vanilla o fresa que los estándares del “Four H” preparan excelentemente por un precio modesto.

Más ideas para disfrutar el río

Desde Nueva York, Newburg o Poughkeepsie uno puede tomar el pequeño crucero de unas cuatro horas de duración para disfrutar de las vistas desde el río y la brisa que mece el cuerpo paseando a bordo. Y con un precio extraordinario tambien se puede incluir una cena deliciosa que el barco ofrece en su cómodo restaurante.

En mi caso, me gusta deleitarme de los restaurantes junto al Río Hudson que a veces suelen ser caros pero valen la pena. Las lanchas amarran exactamente enfrente del restaurante y la gente viene y va por el pequeño muelle de madera oyendo las pequeñas olas del río romperse con las estancas de amarre. Y por la noche las luces de los barquitos del río van llenando el cauce con puntos luminosos como estrellas celestiales.

Por algún motivo no abundan mucho los parques acuáticos en esta región del valle. Supongo que es por la presencia de tantos lagos y ríos naturales que se encuentran diseminados por esta región. El que conozco se encuentra en Wappingers y se llama “Splash Down”. Y los aficionados de las canoas tienen la posibilidad de acceder al río en diferentes puntos del Hudson con su canoa privada. Pero si uno no tiene una canoa puede utilizar una gratis muy fácilmente una en el parque estatal “Tivoli bays”.

Y para aquel que no tenga recursos financieros para comprar un climatizador de aire acondicionado, para montar en los cruceros del río Hudson, o para disfrutar de una gran comida en un restaurante cerca de este gran río,  puede encontrar siempre frescura y viajar por todo el mundo, gratuitamente, degustando recetas internacionales y soñando con un tiempo mejor, con un libro en una biblioteca pública del Valle del Hudson.




 

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