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La Voz de Anáhuac

Septiembre, mes de la patria en México

September 2006
Septiembre no es sólo el mes de la patria en México; también lo es de la alegría y el entusiasmo popular. El pueblo de México celebra con gran regocijo el 15 y 16 de septiembre las llamadas “fiestas patrias” en que cada ciudad, pueblo y casi cada colonia se engalanan con multitud de alegres banderitas de colores y de foquitos verdes, rojos y blancos(o amarillos) formando figuras de campanas, flores y próceres de la historia nacional.. El presidente de México sale al balcón central del majestuoso e histórico Palacio Nacional en el Zócalo y da el tradicional “grito” ¡Vivan los héroes que nos dieron patria! ¡Viva Morelos! ¡Viva Hidalgo! ¡Viva Zapata!, finalizando con un ¡Viva México! repetido tres veces y coreado por el numeroso público presente en la llamada plancha del Zócalo para después ondear la bandera nacional y presenciar un maravilloso espectáculo de fuegos pirotécnicos de extraordinarios colores, figuras y combinaciones. La plaza se llena de vendedores de antojitos y artesanías y se realiza una autentica verbena popular hasta la una o dos horas de la madrugada.

 



Hasta aquí todo va bien y es sumamente hermoso. Pero cuando uno se pone a analizar la cuestión de la patria y lo patriota – o lo patriotero – surgen en el acto multitud de temas de profunda relevancia personal y social. Ante todo convengamos en una cosa: el concepto de nación y el de patria tienen una connotación netamente política y después de ahí se derivan otros conceptos y sentimientos “patrióticos”.

 

En efecto, las naciones o países tienen un origen histórico perfectamente definido y no siempre han existido, es decir, no son actos o eventos naturales, y han cambiado a lo largo de las diferentes etapas de desarrollo de los diversos grupos humanos. Y siguen cambiando y de seguro seguirán modificándose en el futuro. Digamos que es un acto cultural en el mejor sentido del término.

Pero la idea de nación como “unidad” se tambalea cuando tratamos de definirla y precisarla. Inmediatamente surge la pregunta: ¿que tipo de unidad representa la nación mexicana, o cualquier otra? La única respuesta posible es para mí: política, ya que realmente no tenemos mucho en común los 100 millones de habitantes de este país. Desde el punto de vista antropológico en el México actual no existe una sola raza humana, la “raza Mexicana”, como hemos visto en estas mismas paginas de La Voz; en todas las regiones del planeta ha habido siempre grandes inmigraciones que han creado una diversidad de tipos humanos y combinaciones que además tiende a crecer en un mundo globalizado como el que vivimos; jamás ha habido razas humanas puras y tampoco es deseable que las haya desde el punto de vista biológico. Cuando se ha hablado de “razas puras”, se ha utilizado el concepto para juzgar y calificar a los distintos pueblos como inferiores y superiores, y ha sido la base para actitudes negativas, discriminación racial, guerras y masacres como las del pueblo judío por Hitler y las más recientes en África y medio Oriente. Desde el punto de vista cultural tampoco hay “culturas puras”, tampoco hay unidad. Por ejemplo en México se hablan actualmente cerca de 60 lenguas indígenas, que aunque tienden a desaparecer por la imposible competencia con el español, todas son únicas y cada pueblo tiene el mismo derecho de existencia. Y así como la lengua hay multitud de aspectos como comida, costumbres y atuendos, que también son únicos, pero no universales.

 

NI LOS MARIACHIS SE SALVAN

 

 A veces se toma uno de estos elementos locales para identificar a México ante otros pueblos o países, pero es necesario recordar que es sólo uno de los muchos aspectos de las culturas de la zona. Por ejemplo, se dice que el mariachi es la música “nacional” y que representa la música mexicana ante el mundo. Pero la música de mariachi proviene del estado de Jalisco y en definitiva es muy local y no tiene nada que ver con la música de otros grupos indígenas o mestizos como yaquis, tarahumaras, otomíes, tarascos, mayas o lacandones. En realidad la fama del mariachi se debe a una política cultural de estado que tomo estos grupos en la segunda mitad del siglo XX para utilizarlos como identificadores nacionales y que dieran unidad al país. Creo que en parte sí lo han logrado, pero para muchos el injerto no ha pegado y uno se pregunta ¿Por qué un indígena o mestizo zapoteco tiene que tomar el mariachi como música suya o “nacional”? ¿Y porque tiene que aceptar también una bandera y un himno “nacionales”? (recordemos de paso que el himno nacional fue compuesto por un español: Jaime Nuno) Pensemos que las banderas e himnos son en lo general hijos del romanticismo de los siglos XVIII y XIX, así como también las ideas y cultura del nacionalismo, son parte del idealismo que permeada las mentes de esa época. Esas ideas se deben a la evolución del ser humano en su conciencia social y fueron necesarias en su momento y, desde el punto de vista psicológico, responden además a una necesidad profunda de pertenencia a un grupo, y de seguridad, al enaltecer el lugar, objetos y costumbres del lugar de nacimiento. Desde esta visión, patriota es aquel que de verdad conoce y ama la cultura y el lugar donde nació; y patriotero es el que no siente esto mismo y que adolece de falsedad en sus demostraciones públicas de nacionalismo – normalmente exageradas y fuera de contexto ¿No les recuerda esto a algunos políticos de ampulosa y falsa verborrea?

 

Probablemente en un futuro se eliminen las fronteras nacionales como ya está pasando en Europa, y de este modo, se eliminen también muchos de los problemas derivados de estos límites forzados que jamás fueron naturales.



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