Cultura y noticias hispanas del Valle del Hudson
Versos
Sueño Americano
we all are rolling stones
November 2008
Yo no puedo creer lo que me esta pasando, la otra noche me desperté soñando, y el personaje barbudo y peludo parado al borde de la cama me decía: las opciones que tenés para ir a Estados Unidos son muchas:
podés ir caminando
podés ir en bicicleta
COPYRIGHT 2008
La Voz, Cultura y noticias hispanas del Valle de Hudson
podés ir caminando
podés ir en bicicleta
a caballo
o en carreta
podés ir en una mula
o podés ir en muletas
podés ir volando, silbando, corriendo o gateando
podés ir en tren, en moto en camión en colectivo, o podés ir en auto fumando, cantando
podés ir bailando o llorando
suspirando o rezongando
podés ir rezando, podés ir mirando o podés ir esperando,
Pero siempre, siempre tenés que ir soñando.
Al amanecer me marché para no volver, cargué el mate, algunas pilchas y alpargatas viejas, dos libros, Cortázar y Tolstoy y una foto de Jesús que puse en el bolsillo.
Cuando llegué a Estados Unidos había ganado la rayuela, me sentía mas allá de la guerra y la paz, pero no pude dejar de llorar al encontrar la foto de Jesús que me decía:
“Gracias por escuchar y confiar en tu instinto, viajaste liviano, te divertiste con la rayuela, no peleaste ni te enojaste, trabajaste y ganaste, caminaste tanto que tus dolientes pies, sangran.
Rezaste, leíste, no te bañaste, apenas comiste, no miraste atrás cuando te fuiste y miraste al cielo cuando estuviste triste”.
podés ir en una mula
o podés ir en muletas
podés ir volando, silbando, corriendo o gateando
podés ir en tren, en moto en camión en colectivo, o podés ir en auto fumando, cantando
podés ir bailando o llorando
suspirando o rezongando
podés ir rezando, podés ir mirando o podés ir esperando,
Pero siempre, siempre tenés que ir soñando.
Al amanecer me marché para no volver, cargué el mate, algunas pilchas y alpargatas viejas, dos libros, Cortázar y Tolstoy y una foto de Jesús que puse en el bolsillo.
Cuando llegué a Estados Unidos había ganado la rayuela, me sentía mas allá de la guerra y la paz, pero no pude dejar de llorar al encontrar la foto de Jesús que me decía:
“Gracias por escuchar y confiar en tu instinto, viajaste liviano, te divertiste con la rayuela, no peleaste ni te enojaste, trabajaste y ganaste, caminaste tanto que tus dolientes pies, sangran.
Rezaste, leíste, no te bañaste, apenas comiste, no miraste atrás cuando te fuiste y miraste al cielo cuando estuviste triste”.
La Voz, Cultura y noticias hispanas del Valle de Hudson
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