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Medio ambiente

El horno de barro y el regreso al origen

La comunidad del Valle de Hudson

Por Antonia Pérez
April 2016

Históricamente el horno de barro ha tenido y sigue teniendo en varias partes del mundo un rol importante en la creación de comida y comunidad. El horno fue creado en el Arco Fértil (Mesopotamia) como producto del descubrimiento del pan cuando los egipcios observaron que si se dejaba la harina con agua por unos días la combinación empezaba a crecer como consecuencia de la fermentación. Por lo tanto el pan y el horno tienen una relación casi intrínseca. De hecho la estructura del horno de barro se asemeja a la forma esférica del pan. 

Al horno se le atribuyen diferentes representaciones simbólicas, esta simbología es transformativa, y está ligada a las distintas etapas de la producción del pan. Por ejemplo, el horno puede ser asociado con la fertilidad,  ya que es un proceso de gestación si pensamos en las etapas que deben ser realizadas en la producción del pan, el horno cumple el rol del vientre materno. El proceso completo del pan requiere bastante atención y preocupación. Cuando el pan primero entra al estómago del horno no está listo para consumir, pero en unos 30 minutos en este horno el pan se transforma en un alimento nutritivo que ha alimentado a gran parte de la humanidad por los ultimo 5000 años.
 
El horno de barro funciona de la misma forma que un horno construido de piedra, estos hornos deben ser calentados a altas temperaturas. Para llegar a la temperatura adecuada se debe alimentar con leña más o menos por una hora, dependiendo del tamaño del horno. Cuando ya ha alcanzado la temperatura suficiente, 400-500 grados y la leña se ha transformado en brasas, estas se retiran y se limpia bien el suelo del horno, que generalmente es una base de ladrillos, y se procede a poner el pan, o si se desea se pueden cocer pizzas antes ya que estas son de rápida cocción.
 
Para dar uso a toda la energía que el horno produce, se utiliza un proceso llamado "cascada". En este proceso se maximiza la producción de energía cocinando primero aquellos alimentos que requieren más calor a aquellos que necesitan menos, por ejemplo, comenzando con la pizza, luego el pan, carnes, pasteles y tortillas, etc. Tanto el horno de piedra como el de barro se construyen con los materiales que se encuentran en la tierra y en una forma rudimentaria, es decir, se utilizan las manos, el cuerpo y herramientas básicas, sin hacer uso de la tecnología moderna,  al contrario de los hornos de metal. El horno de barro precede al horno moderno. Pero es importante reconocer que en varias partes del mundo este horno sigue siendo usado no solamente para entretenimiento sino como el horno principal.
 

El horno acá

Aunque con el horno moderno el usuario puede controlar la temperatura, la relación entre la persona y el proceso es distinta al horno de barro. En el Valle del Hudson hay personas que forman parte de una subcultura que quiere reconectarse con procesos más lentos, como el uso del horno a fuego para preparar el pan y la comida. Estas personas sienten que hoy en día la forma de vida es muy rápida y enfocada en lo material, como consecuencia sienten que la familia, la comida, y aspectos básicos de la vida están desapareciendo. Por lo tanto para ellos construir estos hornos  con la ayuda de amigos, y gente interesada les crea una instancia de recuperación de un aspecto fundamental de la vida que es el de compartir los alimentos, hacer vida de familia y crear comunidad.  La actividad de hornear conecta al individuo a su propio cuerpo, pero también produce pensamientos románticos de una forma de vida más antigua. 
 
Las razones por la cual se construyen estos hornos varían dependiendo del individúo. Por lo general, todos están interesados en hacer pan y saben que el pan hecho en un horno de leña crea un pan con mayor textura y un sabor distinto. El pan, al igual que el horno, tiene la característica de lentitud y tranquilidad que estos individuos buscan. Básicamente quieren ser parte del proceso completo, desde el cultivo del trigo, o por lo menos comprar trigo local, moler el trigo, y luego fermentar la masa para crear el pan que en inglés se llama sourdough bread. El siguiente paso es cocer el pan, un horno moderno no requiere la observación o paciencia que el horno a fuego merece. El panadero tiene que estar enfocado en el horno, participando en el proceso hasta que esté listo.
 
El fuego es un aspecto importante para porque es otro elemento que estas personas sienten que está desapareciendo. En esencia estos individuos quieren mantener procesos en los cuales pueden participar íntimamente. El horno puede ser visto como un símbolo que inspira el deseo de compartir con otros e invita a la reflexión, observación y satisfacción de un proceso de creación desde el horno al pan.
 
Aunque el horno produce todas estas satisfacciones en este grupo de individuos, no es factible hacer uso de el en forma rutinaria, para algunos se ha transformado en una oportunidad de reunión familiar y de amigos, como también de una forma de ser auto-sustentable.  Para otros, sin encontrar el tiempo necesario que requiere su uso, se ha transformado en un objeto presente, que está disponible para ser utilizado, pero no pueden ellos escapar a la vorágine de la vida moderna y no pueden quebrar esta rutina para reencontrarse con el horno.  
 
El clima del Valle del Husdon permite solamente el uso del horno de barro desde la primavera al otoño. El horno también requiere una protección permanente contra la lluvia y la nieve. Si el horno está protegido y bien mantenido puede durar por muchos siglos.  El Valle provee los elementos necesarios para la construcción del horno, que son el barro, paja, arena, y agua. Por lo tanto es de construcción barata. Hasta ahora los hornos de barro principalmente están siendo utilizados por individuos y sus comunidades pero tiene también un potencial económico de negocio y turismo. Por ejemplo, una empresa de pan, tortillas, ventas de hornos, o de cerámica. Como el horno es construido por un material maleable, el barro, su uso también lo es. La flexibilidad que nos da el horno puede ser vista a nivel económico, comunitario-social, individual y cultural.
 
* Extracto del proyecto final de graduación en Antropología, Medio Ambiente y Estudios Urbanos Back to the Oven: Cultural Imaginations of Bread and Community in the Hudson Valley, de Antonia Pérez. Para leer la versión completa, en inglés, vaya a: http://digitalcommons.bard.edu/senproj_s2015/314/
 
 

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