Foto de Andalucia Knoll
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El legado de Rudy Giuliani en Tepito, el barrio siempre fiel

El último barrio indómito de la Ciudad de México

Por Andalusia Knoll
September 2013
Hace diez años el ex alcalde de Nueva York, Rudy Giuliani, recorrió el barrio de Tepito en la Ciudad de México, con una caravana de 300 agentes de seguridad y un helicóptero vigilando por arriba. Cuando observó Tepito, Giuliani básicamente concluyó: Esta madre se tiene que ir (aunque es medio cuestionable si vio el barrio en sus cualidades verdaderas porque lo visitó a las seis de la mañana, pero bueno).

Su opinión fue bienvenida. Giuliani llegó al DF en 2003 tras la invitación del hombre más rico del mundo, Carlos Slim, y la del entonces jefe de gobierno de la ciudad, Andrés Manuel López Obrador. Tenían la meta de apoyar el “rescate” del Centro Histórico, conocido entonces como un imán para la delincuencia.

En Nueva York, con la implementación de la teoría de ventanas quebradas y la estrategia policiaca concentrada en temas de calidad de vida, el ex alcalde neoyorquino tuvo éxito en empujar a los indeseables a los márgenes de los boroughs alejados de la Ciudad de Nueva York. El canto interminable de vendedores de Cds y chicles en el metro de México es algo que Nueva York eliminó desde finales de los ochenta. Giuliani convirtió a Times Square en un Disneylandia de luces y recibió con los brazos abiertos a la inversión corporativa. ¿Podría hacer lo mismo en la Ciudad de México?

A una década de su visita y después de entregar 146 recomendaciones, las cuales costaron a los anfitriones de Giuliani sólo 4,3 millones de dólares, sus ideas han dado fruto. Ahora se puede caminar por el Centro Histórico de noche y encontrar antros de moda repletos tanto de turistas como de hipsters y chilangos. Calles como Moneda siguen siendo territorio de ambulantes que juegan al gato y al ratón con la policía a diario, pero la mayoría de los ambulantes que antes llenaban las calles del primer cuadro ahora se encuentran en las orillas de la zona “nueva”. Pero a menos de dos kilómetros de ahí, ¡bam!, estás en la llaga enorme del plan glorioso del Centro: Tepito, sin cambios y al parecer sin las ganas de hacerlos.

Tepito, donde “Gangnam Style” se escucha por todos lados y donde After Earth de Will Smith ya estaba a la venta en los puestos de discos piratas el mismo día que se estrenara en los cines de Estados Unidos; donde Air Jordans de descuento —o pirateados o “caídos de una troca”— calzan a la población y hasta los elotes embarrados con mayonesa son más baratos. El barrio es conocido como una “cuna de campeones” del box y el sitio del ritual social casi religioso que es conocido como el sonidero.

Pero las cosas se oscurecieron en Tepito últimamente. El pasado domingo 26 de mayo, 12 jóvenes fueron raptados en vehículos particulares de un after-hours ilegal en la Zona Rosa, conocido como Heaven. Las víctimas fueron identificadas como tepiteños. Uno fue identificado como el hijo de un líder mafioso dentro del mercado de drogas y piratería en Tepito, El Tanque. Días después, hombres encapuchados y armados entraron a un gimnasio en la colonia Morelos, cerca de Tepito, y abrieron fuego, matando a cuatro personas. Según algunas fuentes, el ataque podría estar ligado al incidente del Heaven.

Circularon muchas teorías sobre lo que ocurrió con los desaparecidos de Tepito, desde una posible ofensa al territorio por parte de un cártel desconocido, hasta un operativo de policías corruptos. Un hombre identificado como dueño del bar y dos empleados fueron detenidos y echados al Reclusorio Oriente. Aunque nadie puede negar que exista violencia y actos delictivos en el barrio, la criminalización de Tepito y de sus residentes parecía ser el único denominador común en la prensa. Las autoridades agravaron la situación al responder sin prisa al asunto.

Se siente una onda de ansiedad entre los tepiteños desde el levantón del Heaven y desde que se supo que se usaron armas de alto calibre en el gimnasio Body Extreme en la Morelos. Pero la entrada de cientos de elementos de la policía —algunos de los cuales se asume que trabajan para grupos criminales— da poco alivio.

Estoy parada en una esquina en Tepito a las 9PM de un miércoles, platicando con Mario Ahuatl, un activista conocido en el barrio. La lluvia lava los desperdicios dejados por las ventas del día mientras que él baja unos guantes de box y otras herramientas que tenía colgadas de un cerco. Mientras habla, la cara de Mario se ilumina con las constantes luces rojas y azules de las patrullas. Ahuatl es “tepiteño tepiteño”, como dicen; uno de esos que parecen conocer a cualquier tipo del barrio. “Estos jóvenes, quienes fueron asesinados en el gimnasio, entrenaron en esta calle”, dice.

Mientras hablamos, por lo menos cuatro camionetas y tres grupos de peatones son parados por la policía y palpados en un nuevo operativo. Estos ya son comunes en el barrio, comentan los vecinos. El legado de Giuliani aquí luce, Parar-Y-Palpar, a la mexicana.

Por arriba, dos cámaras del programa Ciudad Segura vigilan la zona, pero esto no es vigilancia al estilo neoyorquino. Un chico desaparece en Nueva York e inmediatamente se revisan todas las cámaras relevantes, ya sean privadas o públicas, para localizarlo. En México, 12 personas desaparecen en una zona bastante transitada y el gobierno local sólo empieza a revisar las cámaras de vigilancia cercanas después de que los familiares de las víctimas bloquearan una avenida importante pidiendo que se hiciera algo, llegaran los noticieros y se hiciera noticia.

Ahuatl se rehusó a hablar directamente del tema de seguridad en Tepito, pero lo busqué porque fue un líder de un movimiento de resistencia contra un plan conocido como Mi Barrio Tepito, un programa anunciado en 2007 que incluía inversiones del Grupo Inbursa, de Slim, y de Wal-Mart. Slim estaba básicamente comprando toda la colonia mientras que el gobierno se pasaba negociando con los líderes de los ambulantes para alejarlos del primer cuadro.

En febrero de ese año, cientos de agentes de seguridad participaron en un operativo contra la vecindad más grande del barrio, La Fortaleza, y la destruyeron. A través de los años el gobierno había decomisado cientos de kilos de drogas que se movían por esta vecindad, pero donde también vivían más de 130 familias, que fueron desalojadas.

El de Tepito no era ningún proyecto de aburguesamiento cualquiera. Se dice que los bienes raíces en Tepito tienen hasta más valor que su equivalente en la zona de Santa Fe.

A medida que el gobierno avanzaba con plan Mi Barrio Tepito, Ahuatl y los vecinos empezaron a organizar foros para que todos los tepiteños discutieran el plan. La primera vez, llegaron más de tres mil personas. En poco tiempo, la mayoría de los tepiteños rechazaron el proyecto del gobierno.

“¿Qué surgió en 2007? Fue la unidad de la gente. Seamos priistas, centristas, religiosos, izquierdistas —como en mi caso— todos somos tepiteños y todos vamos a defender nuestro barrio”, dice Ahuatl.

Ese plan en específico nunca se realizó, pero Tepito sigue en la mira.

Menciones de Mi Barrio Tepito ahora están surgiendo en la prensa de nuevo, sugiriendo que los planes de reubicar a  los vendedores siguen en pie. Pero Ahuatl está convencido que la “muestra de resistencia” previa y la unidad que se forjó entre los vecinos desbaratará los planes de la ciudad.

“Están satanizándonos en los medios con lo que está pasando, para que ellos puedan justificar la inversión de capital privado”, dice Ahuatl. 

Hace un par de años la ciudad abrió un centro DIF en la calle Jesús Carranza, sobre las ruinas de La Fortaleza. Es martes, único día de la semana cuando no hay tianguis, entonces las calles están vacías salvo los esqueletos de las vallas metálicas donde normalmente se levantan los puestos. El DIF está de lujo, con una alberca, programas de terapia física, y más. Entro, y hay un concierto de música clásica, donde cientos de vendedores escuchan, vestidos con sus camisetas del sindicato de vendedores.

Unos chavos pintan un mural por un lado y por el otro, enfermeras se estacionan en camionetas de la Secretaría de Salud para ofrecer exámenes de presión arterial. En una plaza al lado los rucos practican su danzón, y a unas cuadras, está el Espacio Cultural Tepito.

“Te puedo encontrar una casa de Tepito donde se quedó Fidel Castro y Che Guevara en sus visitas a México; donde tocó Celia Cruz, Amparo Ochoa y muchos otros; donde vivió el gran artista José Posada”, dice Mario Puga, un cofundador de este espacio.

Queda claro que Tepito es ahora una zona de mucha actividad en términos culturales, pero Tepito también tiene una gran historia de resistencia. El comercio corre en la sangre de los tepiteños por muchas generaciones; aquí fue el primer tianguis de trueque en Tenochtitlan. La identificación del barrio con la piratería es algo relativamente reciente que algunos atribuyen al tratado de libre comercio con Estados Unidos y Canadá, el cual, entre otras cosas, desinfló el costo de los productos electrónicos que antes vendían muchos de los comerciantes de la zona.

Ahuatl proclama: “Tepiteño es una idea que sigue creciendo, es un concepto de corazón”.

Para José Román Cerón, otro habitual del Espacio Cultural Tepito, mis preguntas sobre los planes del gobierno de privatizar Tepito suenan como un chiste de un periodista no informado. Se ríe, reafirmando la fuerza del barrio: “Tepito vive, ¡porque resiste!”




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Comments

Comentario: hola, mi nombre es juve santiago y soy originario de la ciudad de mexico, para ser mas exactos del centro historico, pero para dar una mejor referencia a 3 cuadras de tepito, quisiera expresar que el titulo de este blog esta muy, muy mal, le atribuyen a Rodoph Guilani como el salvador de la ciudad de mexico, el centro historico y mi amado barrio de tepito, me crie y creci ahi, mis mejores amigos (los que aun sobreviven) y un primo trabajan y viven en ese epico barrio, las 146 recomendaciones que el exalcade redacto en 12 tomos solo sirvieron para adornar la vitrinas de las oficinas de la ciudad de mexico, el verdadero cambio y la disminucion de la delincuencia en la ciudad de mexico y el barrio de tepito y sus zonas aledañas es gracias a la cooperacion de los vecinos de tepito y las colonias que la circundan, tambien gracias a el fomento de la denuncia de crimenes, a la confianza que poco a poco se le a devuelto a las autoridades capitalinas y en respuesta de ello las autoridades han empezado a hacer su trabajo, tambien a el cambio de mentalidad del gobierno local y la nueva manera de hacer politica, conozco a cada uno de los lideres y fundadores de organizaciones vecinales, culturales y de deporte del barrio de tepito algunos llevan mas de 25 anos trabajando por la comunidad, esto no es novedad, y tambien queridisima y respetable escritora y colaboradora de esta multigalardonada y conocidisima gaceta en el valle de hudson quiero hacer mencion que el "parar y palpar" no es algo que se le atribuya a Guilani esta actividad es una forma de prevencion que todo el mundo la practica,ademas el cambio positivo del barrio de tepito y la ciudad de mexico es por QUE SI QUEREMOS HACERLO, La tactica de Guilani contra el crimen en N.Y fue solo sacar a el crimen hacia las orillas de la ciudad, es muy diferente en la ciudad de mexico ahi se quiere acabar de raiz con el crimen, Fui amigo de fernando y Diego Rocha ellos fallecieron en el gimnacio body extreame, nadie en el barrio saca la conjetura de relacionarlos con el caso de los 12 jovenes de el bar heaven, este ultimo caso se le atribuye a un ajuste de cuentas ya que familiares de estos jovenes asecinados siguian operando desde la carcel, fue informacion de los familiares de las victimas las que ayudaron a localizar y aprender a los responsables a si como a identificar el movil del crimen, por otra parte mi papa fue acesor de finanzas de la ciudad de mexico cuando giulani hizo esa visita El programa fue patrocinado estrictamente con fondos privados, de tal forma que no salio un peso del erario público, para escribir de tepito se necesita tener una larga muy larga estancia en ese barrio, tepito y los tepiteños son un estandarte para ciudad de mexico y el resto del pais, la gente que habita esas calles es tan guerrera y muy unida es una gran familia, solo entre ellos se sabe lo que pasa en ese barrio, tepito es un fenomeno cultural y social, es increible la organizacion de las personas q ahi habitan, no solo es un lugar donde puedes encontar absolutamente todo es una ciudad dentro de otra gran ciudad....
Posted: 11/4/2013