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La depresión entre los hispanos del Valle del Hudson

El testimonio de cinco inmigrantes

Por Sonsoles López
April 2009
Dejar atrás su país de origen, cultura y gente nunca es fácil. La separación familiar, el modo de vida en el país de acogida, y la situación de indocumentados de 12 millones de hispanos puede hacer mella en su salud mental. Según un estudio del Consejo Nacional de La Raza (NCLR por sus siglas en inglés) los latinos tienen “un alto riesgo” de sufrir depresión; de hecho se prevé que un 17,7% de hispanos, alrededor de 20 mil en el Valle de Hudson, padecerá esta enfermedad en algún momento de su vida.

Al mes de mudarse a los Estados Unidos con su novio neoyorquino e hija, Isabel (se han cambiado los nombres para respetar la privacidad de los entrevistados), que había venido desde España con un visado de turista, se casó con el padre de su hija. Una vez instalados en casa de sus suegros las desavenencias no tardaron en llegar. Isabel tampoco contaba con un seguro médico, ni podía trabajar, a pesar de tener un máster en Leyes. Vivían en el campo y tampoco sabía manejar ─lo que le sumió en una profunda depresión.

Y es que la ausencia de un seguro médico, el desconocimiento del sistema de salud estadounidense o la falta de asistencia en español son, según señala el estudio del NCLR, factores relacionados con su condición de inmigrantes que pueden agravar la enfermedad una vez desarrollada.

Este mismo estudio identifica también la barrera del idioma como causa de depresión, algo que conoce muy bien Luz, quien después de cinco años en Red Hook trabajando como señora de la limpieza, y hablando sólo con “la escoba”, como suele bromear, no ha aprendido más que “lo esencial”, que en ocasiones la ha llevado a sentirse “sola”.

“En este área [del valle de Hudson] estamos todos distanciados, es todo campo” afirma Cintia, vecina de Kingston y originaria de Paraguay, que añade, “si tienes algún problema se acentúan más los sentimientos de soledad y tristeza”.  

Cintia llegó a los Estados Unidos hace poco más de cuatro años, para apoyar la carrera de su esposo, de quién se divorció al año siguiente. “Él no sabía inglés y yo sí, yo encontré trabajo enseguida y él no. Me dijo que se sentía un tonto a mi lado”. Durante ese tiempo “no entendía lo que estaba pasando. Lo que pasa es que todo lo que uno piensa que va a ser, todas las expectativas, los sueños, los planes, termina. Porque uno cree que se casa para toda la vida. Me sentía un fracaso”.

La depresión femenina

La mujer es dos veces más propensa a padecer este trastorno emocional que el hombre y, según las estadísticas, el porcentaje de depresión entre las hispanas es el más alto, con 24 por ciento, frente a las caucásicas, 22 por ciento, y las afroamericanas, 16 por ciento. Factores como la pérdida de un familiar, el divorcio, la mudanza de un país a otro, entre otros, pueden afectar el estado de ánimo de las personas. 

“No podía entender que mi papá había muerto, no quería levantarme de la cama ni ver a nadie” cuenta Luz, quien, tras  haber vivido 13 años distanciada de su padre, pensaba volver a México para visitarle este mismo año, sin saber que moriría antes de ver a su hija. “Por suerte, fui a hablar con doña Laura y ya me sentí mejor”.

Si bien Luz recurrió a su amiga, Cintia nos cuenta que para superarlo “en cuanto nos separamos, pinté, decoré la casa, puse cuadros, pasé más tiempo con los amigos, viajé muchísimo por el país, manejando sola, algo que me hizo sentir mejor, porque mi ex decía que yo manejaba mal ¡hice un viaje de 10 horas yo sola! y me fui a Paraguay dos semanas. También fui a meditación y empecé a verlo todo como una oportunidad”, recuerda.

Laura, cocinera mexicana y madre de dos hijas de 12 y 7 años, considera que: “Hay demasiada depresión entre las mujeres latinas casadas por la vida que tenemos en nuestras casas, porque en Latinoamérica dependemos mucho del caballero, él trae la comida a la casa”.

Según el doctor Valencia, director de Salud Mental del Centro de Bienestar de Gardner Family Care Corporation, la mujer latina se deprime más por ser el eje de la familia y quedarse más en la casa que los hombres, que tienen más “escapes”, como estar más fuera del hogar o compartir más tiempo con los amigos.

“Los hombres también se deprimen pero por su hombría no hablan: salen o van a tomar”, afirma Cándido, cocinero y jardinero ecuatoriano de 32 años, residente por más de 10 años en Poughkeepsie. “Es muy difícil cuando no lo aceptas y te vas a una `solución´ fácil como es beber o suicidarse”, admite.

El que canta, sus males espanta

El apoyo espiritual y la fe pueden ser clave para superar una depresión. La hermana María López, de la orden de Hermanas de la Presentación y natural de México, quien desempeña su labor en el centro de enfermos terminales (Hospice) de Poughkeepsie, ofrece apoyo espiritual “a cualquier persona que lo pueda necesitar”, ya sean pacientes como la familia de estos.

En el restaurante de Rhinebeck donde trabaja Laura, sus compañeros y ella “se pasan las horas cantando. Dicen que a muchos latinos les da eso de cantar para controlar el estrés”, explica Laura. También dice que el sol tiene la vitamina de la alegría y que por eso en invierno o en temporadas de largas lluvias, hay más gente deprimida… Sea lo que fuere, si usted cree que puede estar sufriendo depresión la Doctora Marsha R. Davis, directora de los Servicios Médicos de Bard College, recomienda pedir ayuda psicológica.

Para tratar o evitar la depresión, nos recomienda dormir al menos ocho horas al día, necesarias para el sistema inmunológico, seguir una dieta sana y equilibrada, y hacer cualquier actividad de ejercicio físico que nos guste: yoga, aerobics, bicicleta, así como estar en contacto con familiares y amigos, y formar parte de una comunidad, como por ejemplo una Iglesia.


Contactos en español:

Hermana María López
(845) 388 5397 ext. 2218

Department of Mental Hygiene
Bernice Rodríguez, (845) 473-2500
Poughkeepsie


Síntomas de la depresión clínica

No todos experimentan la depresión clínica de la misma manera; los síntomas varían según las personas. Consulte a su médico o a un profesional de la salud mental si experimenta CINCO o más de estos síntomas por un período mayor de dos semanas o si los síntomas son tan severos que interfieren en su vida diaria.

-Estado de ánimo de tristeza, ansiedad o "vacío" persistentesDormir muy poco o dormir demasiado
-Pérdida del apetito o de peso, o aumento del apetito y de peso
-Pérdida del interés o placer en las actividades de que    disfrutaba antes
-Inquietud o irritabilidad
-Síntomas físicos persistentes que no responden al tratamiento (como dolor de cabeza, dolor crónico, estreñimiento y otros desórdenes digestivos)
-Dificultad para concentrarse, recordar o tomar decisiones
-Fatiga o pérdida de energía
-Sentimiento de culpa, desesperanza o inutilidad
-Pensamientos sobre la muerte o el suicidio

Fuente: Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH siglas en inglés)





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Comments

Comentario: La vitamina e es que nos protege de los radicales libres, algo que no podemos evitar y que es muy dañino. éhenle un vistazo a http://www.1001consejos.com/alimentos-con-vitamina-e/ pueden ver para que más nos ayuda esta fabulosa vitaminaL.
Posted: 9/3/2014