Vida saludable

Vive II. La filosofía de vida

February 2008

En el número anterior comenzamos una serie de artículos que nos ayudan a vivir nuestra vida al máximo. Comentamos sobre un proceso de cinco etapas y ahondamos sobre la primera de ellas.

A manera de resumen, en el artículo pasado, di herramientas para elaborar el diagnóstico de la situación actual de nuestra vida que responde a una de las cinco preguntas existenciales que el ser humano ha tenido a través de los tiempos:                ¿QUIÉN SOY YO?

 

Ya que identificamos nuestros atributos, fuerzas y debilidades actuales, es necesario aceptarnos, sin culpabilidad ni arrepentimientos, tal como somos. Para esto, es recomendable tener presente la frase que dice que se necesita tanto del sol como de la lluvia para formar un hermoso arco iris.

 

En este artículo, hablaré de la segunda etapa del proceso que ayudará a dar respuesta a dos preguntas más: ¿PARA QUÉ ESTOY AQUÍ? Y ¿CÓMO LO LOGRO? 

 

En esta etapa, te invitamos a descubrir tu filosofía de vida. La filosofía de vida tiene tres elementos que la conforman: Misión, principios y valores.

 

La misión es la razón de ser, el propósito de existir. La misión ayuda a responder la primer pregunta: ¿Para qué estoy aquí? Cuando descubrimos cuál es nuestra misión, cuál es nuestro propósito, muchas dudas se aclaran.

 

Hay ocasiones en las que pensamos que no tenemos fuerza de voluntad o que nos falta compromiso para lograr lo que queremos o lo que nos proponemos. Pero si profundizamos nos damos cuenta que aquello que nos parece una falta de compromiso es más bien una falta de propósito; ya que el compromiso es la respuesta natural y lógica que sigue de un entendimiento de nuestro propósito.

 

Hay una gran diferencia entre interés y compromiso. Cuando estamos interesados en hacer algo, lo hacemos sólo cuando las circunstancias lo permiten. Cuando estamos comprometidos a algo, no aceptamos excusas, sólo resultados.

 

Para comprometernos a un cambio en nuestra vida, necesitamos empezar por descubrir el PROPÓSITO DE NUESTRA VIDA. 

 

Para poder decir NO a los hábitos que no nos ayudan a crecer, necesitamos tener algo más grande a lo que decimos : NUESTRA MISIÓN

 

Sabemos en nuestro corazón que tenemos un propósito en la vida. El proceso de descubrirlo y ponerlo por escrito no es tarea fácil. Los enunciados de misión vienen en todas formas y tamaños, pero lo realmente indispensable es que refleje LO QUE ES IMPORTANTE PARA NOSOTROS EN EL LARGO PLAZO.

 

Cuando tengamos claro cuál es nuestra misión, la siguiente pregunta a responder es: ¿Cómo lo logro? Esta pregunta tiene que ver con nuestro sistema de creencias.

 

Si hiciéramos una analogía, nuestra misión sería el caudal constante por el que navegaremos a lo largo de nuestra existencia. Y nuestras creencias serían los límites de ese caudal. TODAS NUESTRAS ACCIONES REFLEJAN NUESTRAS CREENCIAS.

 

Para facilitar el descubrimiento de nuestras creencias, es conveniente hacer un listado inicial donde incluyamos todas aquellas creencias que consideramos nuestras. 

 

Después debemos filtrarlas realizando las siguientes preguntas:

         ¿Tienen valor intrínseco e importancia?

         ¿Provienen de convicciones propias (no de expectativas de los demás)?

         ¿Dependen de lo que está de moda? (la respuesta debería ser no)

         ¿Son lo que valoramos (donde gastamos nuestro tiempo, dinero y energía)?

 

Con este listado ya filtrado, vamos a clasificar nuestras creencias en dos grupos: PRINCIPIOS Y VALORES.

 

Los PRINCIPIOS son aquellas creencias que se reflejan en nuestras conductas de manera absoluta, es decir que las ponemos en práctica sin importar nuestras circunstancias. Algunos ejemplos de principios pueden ser honestidad, respeto, confiabilidad, compromiso. Generalmente tratamos de relacionarnos con personas que tienen principios similares a los nuestros.

 

Los VALORES son creencias más flexibles o cuya práctica es de grado, es decir, están sujetas a nuestras circunstancias. Algunos ejemplos de valores son la generosidad, entusiasmo, amabilidad, el respeto por la ecología.

 

Generalmente, tenemos menor número de principios que de valores. Existe la posibilidad de que alguna creencia sea principio para una persona y valor para otra. 

 

Ya con nuestra FILOSOFIA DE VIDA en blanco y negro, estamos preparados para definir hacia donde vamos, qué es lo que queremos lograr en nuestra vida. Lo cual será el tema de nuestro siguiente artículo.

 

Cualquier pregunta sobre los temas planteados, por favor envíala a: [email protected]

 
 

 
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