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Dos poemas de Claudia Lars

Por Traducción De Philip Pardi
October 2009

Podría decirse que Claudia Lars (seudónimo de Carmen Brannon) es la poeta salvadoreña más amada. Nació en 1899 y sin duda es la mujer poeta más importante de la nación: su obra es lectura obligatoria en las escuelas salvadoreñas. Amiga y contemporánea de la poeta chilena Gabriela Mistral, con quien vivió en 1947 en San Francisco, Lars publicó 14 libros de poesía y un volumen de cuentos.

Los poemas “Propiedad” y “El Difunto” son de sus últimos años de vida. Para Lars, la poesía era un llamado místico, y el mundo estaba lleno de verdades que el poeta puede descubrir. Lars falleció en San Salvador en 1974.

The Deceased

The deceased is dressed like a gentleman.
They’ve even painted his lips
a little.
He used to smile and speak to me in the street,
which is why I’ve come to peek
at his cadaver.

 The deceased was a mystery in this neighborhood
where he never let himself be seen
without a tie.
They say he played blind man’s bluff
with death
and also, I suppose,
with the devil.

The room smells of melted wax
and the deceased has only cloth flowers.
No one weeps before such a simple case.
No one thinks like I do:
he’s taking his mask with him.

El Difunto

El difunto está vestido de señor 
y hasta le han pintado un poco
los labios.
Antes sonreía y me hablaba en la calle.
Por eso he venido a espiar
su cadáver.

El difunto era misterio de aquel barrio
donde nunca permitió
que lo vieran sin corbata.
Dicen que jugaba con la muerte
a la gallina ciega
y supongo que también
con el diablo.

 La sala huele a cera derretida
y el difunto sólo tiene flores de trapo.
Nadie llora ante un caso tan sencillo.
Nadie piensa como yo:
se lleva su máscara...                           

Property

I bought a house I call “worse is nothing”
and I painted it white.
For a moment I thought I was Mrs. Onassis.

Inside everything is average:
furniture paid off in payments,
trinkets bought from peddlers,                
crystal-like plastic,
and even a tomcat, nearly Persian,
who forgets his roots
among the cute proletarian kitties 

Still,
in my house there are certain things
admired, even envied, by those skilled
at finding treasure on any shelf:
a few second-hand books
– poetry, magic, mysticism –
and a portrait of my northern grandmother
who they say
was also the grandmother of Sinn Fein…

Propiedad

Compré una casa que llamo “peor es nada”
y la pinté de blanco.
Por un momento me creí la señora de Onassis.

 En ella todo es medianía:
muebles que se pagan por abonos,
adornos de achimeros,
plásticos imitando cristales
y hasta un gato casi persa,
que olvida el fino abolengo
entre gatitas proletarias. 

Sin embargo,
no faltan en mi casa ciertas cosas
que admiran y hasta envidian los que saben
descubrir tesoros en cualquier anaquel:
algunos libros de segunda mano
– poesía, magia, misticismo –
y un retrato de la abuela nórdica,
quien fue, según se cuenta,
también abuela del Sinn Fein...

*Philip Pardi es traductor, profesor y Director de Escritura Académica en Bard College

 

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