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Opinión

Causas de la emigración hondureña
 

Por Nora Gallardo
September 2018
Actualmente Honduras sufre una tasa de pobreza del 60%, causada en gran parte por las políticas tanto de Honduras como de Estados Unidos que no permiten el desarrollo económico del país Centroamericano. Un artículo del Consejo de Economía (Council of Economic Affairs) de julio de 2015 razona que la desigualdad socioeconómica del país se debe en gran parte a la industrialización desenfrenada. La expansión de las industrias en Honduras ha llevado a crecer el poder económico de las clases élites mientras que las clases empobrecidas continúan siendo marginalizadas. Además, la industrialización desenfrenada ha sido causa de polución devastadora dentro del país.
 
La polución y las prácticas dañinas al medio ambiente han sido tema de muchas confrontaciones entre empresas y comunidades locales. Un ejemplo reciente de este conflicto es la historia de Berta Cáceres, quien dirigió la campaña en contra de la construcción de la planta hidroeléctrica que actualmente intenta ser construida sobre el Río Gualcarque. La empresa DESA (Desarrollos Energéticos S.A.), cuyo presidente es David Castillo, es la empresa encargada de construir la presa llamada Agua Zarca que formará parte de la planta hidroeléctrica. Las comunidades indígenas del área no fueron involucradas en el proceso de planeación, lo cual es mandado por ley. Por esto, Cáceres luchó contra la empresa hasta su asesinato en el 2016. El asesinato de Berta Cáceres forma parte de una larga lista de 130 ambientalistas asesinados desde el 2009.

Un artículo del periódico británico The Guardian en marzo del 2017 afirma que el nombre de Cáceres apareció en la lista de muerte proporcionada por fuerzas estadounidenses. Estos documentos filtrados aumentan la preocupación de que la muerte de Cáceres fue planeada por especialistas en inteligencia militar con entrenamiento de Estados Unidos. Honduras tiene la tasa de homicidios de activistas ambientales más alta en el mundo.

Además de la evidente transgresión ilegal de la empresa DESA en cuanto al medio ambiente y a la muerte de Cáceres, hay lazos sospechosos entre la empresa y las actividades políticas que manejan al país. La empresa está controlada por la familia Atala, de lazos estrechos con el banco más grande de Honduras, y sospechado de respaldar el golpe que expulsó a presidente Manuel Zelaya en el 2009.

Manuel Zelaya es un maderero y ranchero adinerado quien durante su presidencia subió el salario mínimo, proporcionó almuerzos gratis en las escuelas, dio pensiones para los trabajadores, construyó escuelas nuevas, y subsidió el transporte público. (19/6/16 Huff Post).

No solo la familia Atala, si no también políticas estadounidenses fueron responsables en respaldar el golpe que terminó expulsando a Zelaya de su puesto. Estados Unidos apoyó el golpe a través de millones de dólares enviados al presidente José Porfirio Lobo, quien afirmó tras su asenso: “este país está abierto para negocios”. Desde el 2009, la economía hondureña se ha estancado, mientras que el tráfico de cocaína, el crimen organizado y la tasa de homicidios han aumentado. Desde el golpe del 2009, 7,300 hondureños han muerto, incluidos periodistas y campesinos disidentes.

En 2011, Honduras fue el país con más homicidios del mundo con una cifra de 85 cadáveres por cada 100,000 personas, lo cual es 16 veces más alto que la de Estados Unidos. Hoy en día, uno de cada cinco hondureños vive en condición de pobreza extrema, y la mayoría del país se enfrenta a la falta de empleo, niveles bajos de educación, y repercusiones de la polución.

Además de la pobreza, la violencia y la contaminación, Honduras padece de corrupción política. El 26 de noviembre de 2017, la comisión electoral de Honduras declaró a Juan Orlando Hernández presidente electo. Sin embargo, al inicio de la votación el pueblo hondureño aparentaba haber elegido el candidato de oposición, Salvador Nasralla. Múltiples alegaciones de fraude surgieron de esta cuestionable elección y desde entonces, veintidós personas han muerto en las manifestaciones.

Mientras tanto, Estados Unidos continúa apoyando al gobierno hondureño y sobre todo al ejército del país. Según el Ministerio de comercio estadounidense, la inversión estadounidense en Honduras aumentó de $741 millón en 2014 a $1.175 mil millones en 2015.

Entre el sufrimiento del pueblo hondureño y el financiamiento estadounidense de miles de millones de dólares al país me pregunto: ¿Por qué Trump no escribe tuits sobre las elecciones recientes de Honduras? ¿Por qué Trump no dice nada sobre el respaldo estadounidense al ejército hondureño? ¿Por qué acaban de eliminar la protección temporal para los 90,000 hondureños que viven en Estados Unidos?

*Traducción al español por Inés Chapela
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