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Agarrarse de donde se pueda

Por Mariel Fiori
May 2016
Con la intención de conocer las necesidades de la comunidad latina del Valle de Hudson, el sábado 23 de abril los congresistas Sean Patrick Maloney (distrito 18, es decir condados de Orange, Putnam, parte del sur de Dutchess y el noreste de Westchester, incluyendo las ciudades de Newburgh, Beacon y Poughkeepsie), y Ben Ray Luján (de Nuevo México y presidente del Comité de la Campaña al Congreso del partido Demócrata) se sentaron en una mesa redonda en el Armory de Newburgh, NY.

Los dos congresistas, sin corbata y con camisas celestes arremangadas, ensayaron un poco de su español (Luján lo habla perfectamente, aunque se disculpó conmigo por su Spánglish, y Maloney bastante bien, ya que vivió en Perú por un año) y por cuarenta y cinco minutos nos dejaron hablar. Y nos fuimos presentando cada uno. En la mesa redonda, convocados por la oficina de Maloney en Newburgh, estábamos representantes de diversas organizaciones de servicios comunitarios, como: Karen Eberle-McCarthy de Latinos Unidos of the Hudson Valley, Inc.; William Kaplan del Newburgh Armory Unity Center; su servidora; Laura García del YWCA Orange; Ignacio Acevedo, Luz Cid y Alfredo Pacheco de Community Voices Heard; Karen Mejía, concejala de la ciudad de Newburgh; Cynthia Marsh-Croll, de WEDC Poughkeepsie; Kim Kochen de United Way; Gabriela Owen, del departamento de comportamiento y salud de la comunidad de Dutchess (anteriormente departamento de salud); Diahan Scott y Leslie Retamozo del centro de salud familiar de Newburgh; Annette Marzan de Planned Parenthood; Christine Rolando de Literacy Orange; Ivette O’Sullivan de Abriendo Puertas; y Danielle Lowe de Baby Steps, Inc. La verdad no pude saber quién fue realmente invitado y quién se presentó a último momento.

Pero cuando las partes interesadas empezaron a hablar no estaba segura si yo estaba en la reunión correcta. ¿Es esta la reunión con miembros y líderes de la comunidad latina para saber de nuestras necesidades? ¿O es una reunión de agencias de servicios sociales que tienen como foco a los hispanos o por lo menos los cuentan entre sus clientes? ¿Vinimos a hablar de todo lo bueno que hacemos o estamos acá para señalar los huecos? Pues, gran cantidad del corto tiempo disponible se pasó en admirar todos los excelentes programa de alfabetización, deportes, salud y más, que se ofrecen en Newburgh.

Por suerte, Ignacio Acevedo y su grupo de base nos recordaron que vinieron porque andan con la campaña para que inmigrantes indocumentados puedan obtener licencias de conducir en el estado de Nueva York (algo que no se resuelve a nivel federal, pero por lo menos es una necesidad urgente). Entonces sí, se reencaminó la cosa. Maloney dijo que había trabajado con Acevedo en la campaña por el salario mínimo a $15 la hora, que se acaba de aprobar en nuestro estado, y Owen preguntó si estaba satisfecho con el nivel de participación de profesionales y negocios hispanos en el gobierno federal. Esto tiene que ver con el hecho de que por ley los gobiernos deben cerrar tratos y emplear minorías por lo menos en un 20 por ciento. Los congresistas dijeron que iban a hacer un sondeo para ver qué tan bien se cumple la ley. Mejía dijo que el costo del trámite para la ciudadanía es un gasto que muchas personas no pueden afrontar, y que la reforma migratoria es nuestra prioridad. Sí, respondió Maloney, es lo que queremos, y por eso la decisión de la corte suprema es tan importante.

Bueno, casi pensé que acababa de perderme una hermosa tarde soleada de sábado en familia, cuando empezaron a hablar de cosas más concretas, cosas que nosotros, los hispanos de acá, con o sin papeles, trabajando en una organización sin fines de lucro, o por nuestra cuenta, podemos hacer. Fue cuando Christina Martínez compartió su historia. Esta joven de origen mexicano se encontró un día con que sus dos padres estaban siendo arrestados y puestos en proceso de deportación. Ni lerda ni perezosa, y usando todo lo que había aprendido de su años con el Ministerio Rural Migrante (RMM), tocó cada puerta hasta llegar a la del congresista Maloney, quien la ayudó. Ya gracias a ese contacto Martínez pasó a ser pasante de la oficina de Maloney en Newburgh, y hoy ya es empleada como asistente de personal.

Los dos congresistas enfatizaron la necesidad de que vayamos a sus oficinas, que usemos la democracia como corresponde, que para eso les pagan. A pesar de que algunos se tomaron esta oferta un poco a la ligera, y otro poco con cierto sarcasmo, creo que hay que agarrarse de donde se pueda. Si nuestros representantes dicen que nos abren la puerta, vayamos allí, hagámonos oír y seamos parte del proceso de cambio que tanto queremos. El congresista Luján dijo que así mismo empezó él, siendo pasante por un verano en la oficina del distrito que actualmente representa.
 
Mariel Fiori
Directora
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Comments

Comentario: Muy interesante la reuniĆ³n, lo importante es centrar el tema a discutir para no irse por las ramas. Gracias Mariel
Posted: 5/3/2016