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La venta del agua de Kingston

Por Andrés Martínez de Velasco
February 2015
Desde finales del 2014 los ciudadanos de Kingston, Ulster y Woodstock han tenido mucho de qué preocuparse. La empresa embotelladora de agua, Niagara Bottling Company, basada en California, le propuso al departamento de agua de Kingston la compra de más del 25% de sus reservas de agua (proveniente del lago Cooper, cerca de Woodstock) y le propuso a la ciudad de Ulster la construcción de una planta embotelladora de agua de 53 millones de dólares junto al complejo industrial Tech City. Estas propuestas trajeron consigo una serie de preguntas acerca del impacto económico, ambiental, social y ecológico que tendrían estos proyectos.

Los ciudadanos de Woodstock están preocupados por la posibilidad de que sus pozos de agua se vacíen en épocas de sequía; los de Ulster se preocupan por los 260 camiones que saldrían de la planta embotelladora adiario; y los ciudadanos de Kingston se preguntan cómo es posible que el departamento de agua de su ciudad haya emitido una carta oficial expresando intenciones de aprobarel proyecto de Niagara sin antes reevaluar la capacidad del lago Cooper que no ha sido actualizada desde 1961. Además, las tres poblaciones deben preocuparse por los 1,2 millones de litros de aguas residuales que la planta embotelladora arrojaríaal arroyo Esopus; por las 6,6 toneladas de basura generada por la planta mensualmente; y por la contaminación del aire que resultaría de la producción de botellas de agua.

El proyecto de Niagara crearía alrededor de 120 nuevos empleos y resultaría en 16 millones de dólares en ganancias para la ciudad de Kingston, los cuales serían utilizados para renovar la infraestructura de la ciudad sin costo alguno para los residentes de Kingston. Además, Niagara ha firmado un acuerdo con SUNY Ulster en el cual, de ser otorgadas exenciones de impuestos conformeal programa de desarrollo económico Start-Up New York, le garantizaría cierto número de trabajos y pasantías a sus estudiantes.

Sin embargo, estos beneficios no son lo que aparentan. Según información publicada por la organización civil Kingston Citizens, Niagara crearía 120 empleos básicos, pagando un 33% menos que el estándar de la industria y con un consumo de agua total de 6,6 millones de litros al día (MLD). En comparación, IBM logró crear 7000 trabajos de alto nivel técnico con tan solo 3,78 MLD. Vender el agua a Niagara eliminaría la posibilidad de que otra empresapueda establecerse en Ulster y crear oportunidades económicas mucho más significativas. Para peor, Niagara tiene un historial de violación a las regulaciones sobredesechos industriales. Y es que las multas son mínimas en comparación a sus ganancias, de entre 50 y 100 millones de dólares anuales. Por ejemplo, en mayo del 2008 el estado de California enjuició a Niagara con una fianza de $30 mil por una descarga ilegal de aguas residuales.

Sin embargo, no es solo por el comportamiento de Niagara que los ciudadanos de Kingston están preocupados. Su propia oficina de agua públicaha enviado una carta de que prestará el serviciosin realizar un estudio actualizado del lago Cooper, que calcule la capacidad de Kingston para satisfacer el consumo de Niagara. Tal oficina supone de que la población de la ciudad no crecerá (actualmente, se ha documentado un crecimiento del 1,1% anual), que el crecimiento de negocios actuales será mínimo y que no habrá impacto alguno en los niveles de precipitación a causa del disminuido nivel del lago Cooper.

Por otra parte, los ciudadanos de Kingston están molestos porque el proceso de evaluación del proyecto se ha llevado a cabo sin considerar su opinión. La activista y miembra de Kingston Citizens, Jennifer Schwartz Berky, comenta que la oficina de agua pública de Kingston ha actuado sin consultar a los principales grupos y organizaciones civiles de la ciudad. Ella, al igual que muchos otros ciudadanos de Kingston, se sorprendió y enojó cuando leyeron en el DailyFreeman de Kingston que la construcción de la planta embotelladora comenzaría en febrero del 2015. Schwartz Berky dice que la actitud de los gobiernos de Kingston y Ulster ha sido menos que ideal, ignorando a los ciudadanos que representan para acelerar un proyecto que no ha sido del todo evaluado.

Hasta el momento, Niagara no ha recibido ningún incentivo económico por parte de los programas de desarrollo económico de Nueva York, de manera que es posible que abandone el proyecto y busque otro sitio más lucrativo. Si Niagara confirma que quiere seguir adelante con el proyecto, el departamento de conservación ambiental de Nueva York llevará acabo un estudio del impacto ambiental que determinará si es posible o no la construcción y operación de su planta embotelladora.

Para informarse más sobre el tema, visitewww.kingstoncitizens.org.


 


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