Enseñar español en los Estados Unidos

La mayoría de mis alumnos son anglo-americanos que se han dado cuenta de la importancia de conocer y hablar otras lenguas, sobre todo el español, cuyo conocimiento les permite viajar, comunicarse y trabajar en países vecinos y con una gran parte de la población estadounidense. Pero para mí lo más estimulante ha sido trabajar con estudiantes de origen hispano que tratan de recuperar así la lengua de sus padres y abuelos.

Estos alumnos no acuden a la clase para aprender a hablar, ya que afortunadamente el español se ha mantenido como una lengua viva y rica, sino para adquirir el conjunto de normas que acompañan a la lengua y lo que es más importante: valorar su cultura y no olvidar su historia. A través del estudio de la lengua se dan cuenta de que comparten un fondo común de significados y una visión del mundo mucho más rica y amplia ya que son capaces de dominar varios códigos. El estudio del español los une a sus familias y fortalece su identidad.

Es emocionante ver cómo estos estudiantes descubren con orgullo sus orígenes y sus tradiciones y comparten con otros alumnos sus experiencias. En clase descubrimos la variedad del español y la importancia de mantener viva la lengua.

Como profesora y madre de un niño que está empezando a hablar quisiera recordar la fortuna que tienen las personas bilingües y multilingües ya que poseen la habilidad de interactuar y hacer de puente no sólo entre el pasado y el presente, sino entre las diferentes culturas.

Por último me gustaría animar, junto con el aprendizaje del inglés y de cualquier otro idioma, a la conservación de las diferentes lenguas recordando que una lengua nunca se habla mal sino que tiene diferentes características que dependen de múltiples factores, ya que el lenguaje es algo vivo que refleja nuestra historia, nuestras experiencias y vivencias, y por lo tanto un gran tesoro.