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Columna Legal

Fraude en las consultas de inmigración

Por Kate Griffith
January 2006
¿Qué son los asesores de inmigración?
Suelen trabajar en oficinas inmobiliarias, agencias de viajes y otros pequeños comercios de comunidades con población inmigrante, y los ayudan en asuntos relacionados con la ciudadanía, permisos de trabajo y otros temas afines. Si bien estos especialistas pueden asesorar limitadamente en temas de inmigración, no pueden dar consejería legal sobre la ley de inmigración. Los asesores de inmigración (inmigration consultants en inglés) no son abogados autorizados o “representantes acreditados” por el Tribunal de Apelaciones de los Estados Unidos para hablar en nombre de un inmigrante en las audiencias de inmigración y en las entrevistas con funcionarios de inmigración.
¿Qué es el fraude en las consultas de inmigración?
Lamentablemente, hay muchos asesores de inmigración que se aprovechan de los nuevos inmigrantes y hacen más mal que bien. La estafa típica consiste en cobrar honorarios excesivos por sus servicios y prometer desde amnistía de inmigración y estatus de residente, hasta permisos de trabajo, cuando la persona claramente no tiene derecho a ese tipo de ayuda según la ley actual. En el Centro Legal de los Derechos del Trabajador de Nueva York, por ejemplo, con frecuencia escuchamos a trabajadores que han pagado a los asesores de inmigración miles de dólares para que los ayuden a conseguir permisos de trabajo para los cuales no son aptos. Aunque estos asesores a menudo reciben grandes sumas de dinero de familias inmigrantes trabajadoras para que envíen solicitudes a las autoridades de inmigración, muchas veces los asesores engañan a sus clientes y ni siquiera envían sus solicitudes. Los clientes esperan una respuesta que nunca vendrá porque su asesor de inmigración nunca llenó los documentos. Además, algunos asesores intentan engañar a los inmigrantes hispanos autodenominándose “notarios”. En algunos países, un “notario” es un abogado. En los Estados Unidos, sin embargo, un notario no es un abogado y no tiene autorización para brindar consejería legal. El Procurador General del estado de Nueva York ha comenzado a enfrentar este problema y recientemente llevó a juicio a varios asesores de inmigración de la ciudad de Nueva York por haber estafado a inmigrantes en aproximadamente $175.000 con promesas vacías de que podían ayudar a estos inmigrantes a conseguir el estatus de residente permanente.
¿Cuáles son sus derechos?
El estado de Nueva York acaba de aprobar una ley para luchar contra este tipo de estafas por parte de asesores de inmigración que no son abogados ni representantes acreditados. La nueva ley requiere que los asesores de inmigración proporcionen a sus clientes un contrato escrito. El contrato debe:
  • Estar traducido en el idioma que entienda el cliente
  • Listar de manera especifica los servicios que proveerá el asesor de inmigración y lo que se le cobrará al cliente por esos servicios
  • Informar al cliente de que el asesor de inmigración no es un abogado ni un representante acreditado
  • Dar al cliente el derecho a cancelar el contrato dentro de los tres días posteriores a la firma del contrato sin ninguna penalidad o tasa.
Si el asesor de inmigración da por concluidos sus servicios antes de completar los servicios prometidos en el contrato, puede quedarse con el pago de los servicios que ya fueron suministrados pero debe devolver el dinero que el cliente le haya pagado por los servicios que no se hayan completado.
¿Cómo puede protegerse?
Hay varias maneras de protegerse de los asesores de inmigración inescrupulosos. Por ejemplo, cuando trabaja con un asesor de inmigración es importante:
  • conservar una copia del contrato escrito con el asesor
  • conservar copias de todos los documentos que el asesor presenta a los tribunales en su nombre
  • asegurarse de que entiende y está de acuerdo con lo que va a firmar antes de firmarlo
  • conservar todos los recibos y relación de pagos al asesor de inmigración
Además, el Procurador General del estado de Nueva York sugiere que debe sospechar cuando un asesor de inmigración dice que tiene una “relación de confianza” con alguien de la Oficina de Inmigración y Aduanas (antes conocido como INS) o cuando se niega a poner el acuerdo por escrito y exige pago en efectivo. El Servicio al Ciudadano y el Consejo de Protección al Consumidor del estado de Nueva York recomiendan que los inmigrantes busquen una segunda opinión antes de pagar una gran suma de dinero a un asesor de inmigración. Para más consejos sobre cómo protegerse, visite: http://www.consumer.state.ny.us/pdf/immigrationfraud.pdf y http://www.oag.state.ny.us/ press/2004/jul/jul1a_04_attach1.html
¿Dónde conseguir más información o ayuda si cree que ha sido estafado?
Si cree que ha sido victima de uno de estos inescrupulosos asesores, puede llamar a la línea del consumidor del Procurador General del Estado de Nueva York: 1 800 771 7755, a la línea de Inmigración en Nueva York: 1 800 566 7636, y al Consejo de Protección al Consumidor del estado de Nueva York: 1 800 697 1220.
* Kate Griffith es graduada becada por Skadden y abogada en el Centro Legal de los Derechos del Trabajador de Nueva York, www.workersrightsny.org
* Traducción de Mariel Fiori
 

 
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