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Cuento

Max Robinson se da cuenta de que es súper héroe

Por Robinson David Martínez
August 2009

max se encontró sin trabajo. tenía que pagar la renta en cinco días y solo tenía un cuarto del dinero. en un momento de desesperación decidió salir a dar una caminata. 

"el dinero viene a mi fácilmente y con frecuencia. necesito trabajo. EL DIIIINERO VIENE A MIIII FAAAAACILMENTE". decía estas palabras tratando de creerlas, aunque internamente peleaba contra su cinicismo. 

max caminaba obsesionándose con esto. miró arriba, hacia el árbol ─un sicomoro. nunca había visto un halcón comiéndose una ardilla. el halcón enterraba su pico en la garganta de la ardilla recién cazada y jalaba tiras de cuero y carne. 

max se detuvo boqui-abierto. se sentía un poco incómodo de estar parado en la mitad de esta calle poco transitada, mirando hacia arriba, viendo esta escena peculiar. miró hacia atrás y no vio a nadie. solo yacían él, el halcón y la ardilla muerta. "¿qué significa esto?” pensó. 

tuvo un pensamiento: esto es una prueba. todo es una prueba─ay ay ay, lo mismo de siempre: voz, ¡déjame tranquilo!

¿es que no sabes? dijo la voz, ¿que el que vive agarrado al filo del precipicio vive mejor? 

si, lo sé, dijo max, pero todavía tengo miedos en mi corazón. 

max respiró profundamente. siguió caminando. miró hacia la rama y el halcón partió volando, pesado por el peso de la ardilla entre sus garras. 

max recordó las palabras de una anciana mexicana que había conocido: sal a encontrar sin buscar nada. deja que venga a ti y tú a ella. confía en ti mismo.  

max caminó y caminó sin rumbo. vio un póster que decía: empleos de verano con el medio ambiente. llame ahora mismo.

max llamó. 

"¿aló?, sí, bla, bla, bla. ¿a las 4pm? perfecto. nos vemos mañana".

a max le dio ganas de sentarse en la banca del parque en frente a él. sacó su cuaderno de la mochila y comenzó a escribir:

"una hermosa mujer pasa por aquí. tiene ojos café, un brillo especial en sus ojos. su mirada es dulce, tiene cabello largo, negro y brillante. me mira y se sienta a mi lado. luego, por alguna razón, comienzo a estornudar y estornudar y a ella le da risa y me da el número de su móvil".

max se sentía de maravilla. dejó de escribir y vio una mujer que parecía tener unos 70 años con cabello largo, negro y brillante y una chispita especial en su mirada. se sentó al lado de él y su perfume era demasiado irritante. a max le dio la estornudadera. "achú. achú...." la señora estaba jubilada. era experta en alergias. abrió su cartera y le dio su tarjeta y se fue caminando.

max se quedó pensando un largo rato. se puso a escribir en su cuaderno, esta vez, un poquito más específico en su descripción:

"ok. una hermosa joven se acerca a mí, que de alguna manera trabaja en un sitio donde necesitan contratar a alguien como yo. está hablando en el móvil. yo la ignoro porque no sé si es ella sobre la cual escribí. ella sigue hablando y yo comienzo a escribir todo lo que está diciendo. dice algo bien chistoso y a mí me da mucha risa. tiene un acento extranjero. luego se me acerca y me pregunta que si hablo español. yo digo, claro que sí. ella me dice que si soy bueno con la lengua y yo le digo que trabajo las palabras como el alfarero la arcilla. no me entendió. en un acento espeso, me preguntó que si me podía contratar como traductor".

"mm, dije yo, tratando de hacerme el desinteresado. ¿por cuánto? 400 dólares. no sé, dije yo, titubeando, pero al final dije, ok y arreglamos el acuerdo dándonos un apretón de manos". 

max deja de escribir y silenciosamente se burla de sí mismo por ser tan serio de ser juguetón. estira las piernas y se relaja en la banca. está soleado, cómodo. una brisa suave trae consigo el canto del azulejo y de niños riéndose y uno llorando. 

una mujer, hablando por teléfono, se sienta al lado de él. el corazón de max comienza a palpitar. quedó estremecido. no lo puede creer. ¡pues claro! pero ¿cómo puede..? al fin aceptó de lo que se dio cuenta: max robinson era un súper héroe. su poder era escribir y sus armas eran el cuaderno y el lapicero. era obvio. todo era muy claro. ¿cómo no lo había pensado antes?

abre su cuaderno ágilmente y escribe con fervor, el lapicero lanzando hondas a través del universo en todo su alrededor...

CONTINUARÁ...

 ¿es que no sabes? dijo la voz, ¿que el que vive agarrado al filo del precipicio vive mejor? 


 


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