El Trabajo Dignifica a Todos

En una columna anterior comentaba acerca de la típica pregunta: ¿Y tú que haces? Bueno, yo escribo para La Voz, preparo mi exposición para Lima en el 2007, cocino, limpio el baño, aspiro el departamento. Lavo y seco ropa una vez a la semana, riego mis plantas y, of course, cuido a mi hijo. Lo llevo al Kinder. Lo recojo del Kinder. Pintamos por las tardes y a veces horneamos galletas. Me voy a Kingston a hacer las compras y a veces voy al gimnasio. ¿Trabajo? I don’t know. Diría que sí. Y mucho. Y de la manera que no quiero hacerlo. Tengo visa F2, no se me permite trabajar formalmente en este país. Me he convertido en lo que en Perú se llama una ama de casa. ¿Soy la ama de mi casa? Creo que no.

Me gusta trabajar. Me hace sentir que pertenezco al engranaje de la sociedad. Extraño mis clases y mis alumnos. Interactuar con otros en una relación contractual verdadera. No en una repartija de roles familiares. El trabajo me dignifica. Me independiza. Me hace sentir que soy real y que aporto algo a alguien que no es un miembro de mi familia. Sí. Sorry. De nuevo con mi rollo feminista. Pero aprovecharé cada oportunidad que tenga para reclamar el derecho de las mujeres a triunfar en la vida. Triunfar con “T” mayúscula. Escucho incesantemente a mis amigas en Perú diciéndome “quiero trabajar” “quiero ser independiente”. Pobres, no saben lo que les espera. Más aún siendo artistas como yo. Sí, las mujeres queremos usar nuestro útero y procrear. Pero, por favor, queremos más. Veo a las madres de los otros niños del Kinder de mi hijo recogiendo a sus hijos con dos bebes en cada mano. Madres. Su trabajo es ser madres.

Conversaba hace poco con una amiga que trabaja. Está casada y quiere tener hijos. A su marido le han ofrecido un trabajo que le permitiría dejar de trabajar para embarazarse y dedicarse a sus hijos. Podría dictar clases eventuales en el colegio y… Y ahí empieza a desvaneserce su sueño. En la idea de dejar todo lo que consiguió hasta ahora. Sólo puedo terminar diciendo: Piénsenlo bien chicas.



 

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