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Asumir la responsabilidad

Por Dora Inés Grosso García
June 2020
Creo que este momento es oportuno para mirar algunas de las reflexiones que como humanidad estamos haciendo debido a la crisis de la pandemia de coronavirus.
 
Una de las más profundas reflexiones de estos tiempos es:
Todos somos uno.
Se refiere a la conciencia de saber que nos une una energía vital similar para todos y que lo que pase a una persona puede afectarles a todos, donde quiera que se encuentren.
También somos uno con el planeta, porque la Tierra es una sola para todos.
Somos uno con la naturaleza, incluyendo las plantas, los animales, el ambiente, todas las energías vitales.
Somos uno con los elementales: el agua, el aire, el fuego, la tierra y todo lo existente.
Y la dimensión trascendental o espiritual también es una. No importa la religión o creencia que tengamos nos hemos unido para orar, meditar, llevar aliento, sanación y esperanza. Estamos unidos con lo universal y lo divino, desde todas las perspectivas para superar esta crisis.  
Somos una gran unidad y por eso, la importancia de ser responsables con todo y con todos.
Asumir la responsabilidad es un compromiso intimo consigo mismo y con los demás, como tantas veces hemos repetido en esta sección:      
 Si yo estoy bien, tú estás bien.

Entonces ¿qué es ser responsable?
La responsabilidad es un proceso psíquico innato que se desarrolla para poder alcanzar la madurez de los seres humanos, desde que nacemos y continua hasta la muerte, porque morir también es una responsabilidad.
Es un proceso superior porque implica estar consciente de tus pensamientos, sentimientos y acciones. Es uno de los principios más relevantes para el logro del éxito, de la felicidad, de la trascendencia.

¿Sabías que la responsabilidad se fortalece cuando está en juego la vida?
Cuando nos enfrentamos a niveles extremos de riesgo para la vida, la conservación de la especie, u otros riesgos, se dispara un mecanismo de protección. Sabemos que el cerebro es plástico y se adapta a las circunstancias, las hormonas segregan adrenalina y dopamina dependiendo del riesgo, para protegernos.
Así que no vamos a desaparecer fácilmente, somos inmensamente adaptativos y creativos para preservar la vida y la felicidad.

La idea es que hagamos consciencia y nos demos cuenta del nivel de responsabilidad que tenemos, que aceptemos la oportunidad de cuidarnos y amarnos conscientemente, estando alertas a las señales que nos da nuestro cuerpo, nuestras emociones, también nuestro planeta, y los que vivimos en él.
Preparémonos para ser los transformadores de este momento, creando nuevas formas de ver y aceptar la realidad, crear juntos con todos.
Podemos meditar al levantarnos, al acostarnos, o en el momento que tengamos ese deseo.  Podemos enviar buenos deseos a las personas que están enfermos o los que tienen miedo para fortalecerlos, enviarle amor de nuestro corazón al planeta para que se restaure y se armonice.

Recordemos que el amor lo puede todo y la más grande responsabilidad que asumimos es amar, es dar y crear juntos para estar aquí y realizarnos. Gracias.
 
*Dora Inés Grosso García es Psicóloga holística, [email protected]

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