Chema y su mamá Rosa, foto de Yessica Emiliano Ramirez 
Chema y su mamá Rosa, foto de Yessica Emiliano Ramirez 
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El reencuentro

Crónica de la reunificación familiar de oaxaqueños en Nueva York

Por Yessica Emiliano Ramirez
September 2017
El día esperado llegó para los que querían ver a sus progenitores que por circunstancias de la vida llevaban más de 20 años sin verse. El sábado 19 de agosto, entre nervios, risas y llantos los 21 afortunados acompañados de sus familias comenzaron a darse cita en el bello Museo Del Barrio de la ciudad de Nueva York para reencontrarse con esa persona especial.
 
Parecía que el tiempo no transcurría, pero a las 3:45 pm las puertas se abrieron y los inmigrantes comenzaron a entrar ansiosos al auditorio. Se les notaba la felicidad en sus rostros. Hijos e hijas que no veían a sus padres hace décadas, esposas y esposos que no conocían a sus suegros, y nietos y hasta bisnietos que no podían creer que iban a conocer al abuelo o abuela. Ahora tendrían la dicha de disfrutar y aprender de todo lo que ellos traían para compartirles por diez días.
 
A las 4:10 pm, les informaron que los invitados de honor (los padres) habían llegado desde el aeropuerto JFK y la ceremonia dio inicio. La periodista oaxaqueña Nayeli Chávez-Geller dio la bienvenida a todos los presentes. Y así comenzó el más hermoso evento que un ser humano puede presenciar: el reencuentro de los padres con sus hijos, ya adultos, quienes hicieron fila esperando ansioso el momento del abrazo. Tal vez pensaron en correr y abrazarles, pero a la mera hora un solo abrazo bastó para decir lo que por años no pudieron decirle de frente y agradecer por esa oportunidad.
 
La primera unificación fue a las 4:20 pm. Un hijo que esperaba ver a su madre. El joven viajó tres horas después de su boda para llegar a tiempo y encontrarse con su madre y así celebrar por partida doble.  Madre, hijo, y público presente lloraban de alegría. Después de un largo abrazo el joven exclamó: ¡Sí, se pudo! Fue un maravilloso momento.
 
Y así como él, 20 inmigrantes más tuvieron la oportunidad de abrazar a su madre o padre. Tal es el caso de un buen amigo de Poughkeepsie, Chema López, quien dice que esta experiencia le dejó una enseñanza y es el valorar la vida y a sus padres. Se dio cuenta que la vida es tan corta y pasa tan rápido. Chema está muy agradecido con todas las personas que hicieron posible que el sueño de volver a ver a su madre Rosa, que vino de Zaachila, Oaxaca, se hiciera realidad.
 
A lo largo de las unificaciones, Nayeli Chávez explicaba a los presentes que estos padres son embajadores de la riqueza cultural y gastronómica oaxaqueña, a qué se dedican y qué los hace sentirse orgullosos. Cada uno trajo consigo un poquito de sus conocimientos para compartir y enseñar a las nuevas generaciones de mexicano-estadounidenses.

Esto mágico acto de amor y cultura se llevó a cabo gracias al gran trabajo y esfuerzo de diferentes organizaciones, activistas y líderes comunitarios, como la oficina de Nuevos Americanos del Estados de Nueva York, la fundación Mecenas, el consulado mexicano en Nueva York, autoridades del gobierno de Oaxaca, David Reyes, Felipe Santos, Manuel Guerrero, Aline Valdés, Danny Olivan, Isabel Klinger y Jorge Fiero.

Se espera repetir esta Guelaguetza Familiar, el reencuentro de padres e hijos, en próximos años.
 
*Yessica Emiliano Ramírez es Locutora de R-volución Radio.
*Para saber más sobre el proceso que llevó a esta reunificación familiar, lea la nota de Antonio Flores-Lobos, “Quiero ver a mis padres” en La Voz de agosto de 2017, aquí: http://lavoz.bard.edu/articles/index.php?id=1204784
 

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