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Medio Ambiente

La adquisición de Central Hudson Energy Group por Fortis Inc.

La lucha de la comunidad local contra una compañía multinacional

Por Andrés Martínez de Velasco
July 2013
 El 21 de febrero de 2012 la empresa canadiense Fortis Inc. anunció su intención de comprar Central Hudson Energy Group, la empresa de servicios públicos de gas y electricidad que sirve al Valle del Hudson. El 13 de junio de este año, la Comisión de servicios públicos del estado de Nueva York votó a favor de la aprobación de esta transacción que pone en posible riesgo a los 375 mil clientes de Central Hudson, así como a los trabajadores actuales de la compañía. Por todo el Valle del Hudson se han creado grupos de oposición a la venta, rechazándola como una transacción que beneficiaría a una rica minoría ejecutiva a costas de la economía y el medio ambiente local.
Los principales puntos de oposición son los siguientes:

Como empresa de servicios públicos locales, basada en Poughkeepsie, Central Hudson debería tener cierto nivel de compromiso con la comunidad local que sirve, sobre todo si se toma en cuenta que es la única empresa de energía en el área. Fortis, por otra parte, no es sólo una empresa extranjera enorme sin ninguna motivación por el bienestar local, sino que además tiene una muy mala reputación, tanto por su maltrato al medio ambiente, como a sus clientes.

Una  crítica frecuente es su desempeño en Belice donde su construcción de la presa de Chalillo, realizada con gran desdeño por el medio ambiente, llevó a un incremento de precios de energía tan grande que el gobierno se vio obligado a expropiarla. Bajo las condiciones actuales del acuerdo de adquisición, Fortis sólo se ha comprometido a mantener los precios actuales de Central Hudson por los siguientes dos años. Además, ha declarado que los $500 millones en deuda que conlleva la compra de Central Hudson (por $1500 millones) se recuperarán con el incremento de precios.

Fortis Inc. ha declarado su preferencia por el uso de gas natural en lugar de fuentes alternativas de energía, además de decir que sus ingresos dependen de la falta de cambios en las leyes ambientales y planes energéticos gubernamentales del estado de Nueva York. Esta actitud justifica las acusaciones que ha recibido la empresa por ser indiferente al bienestar ambiental y demuestra una falta de voluntad de forjar un futuro sostenible. De aprobarse la compra, es muy probable que Fortis presione en contra de cambios legales que beneficien al medio ambiente, como lo hacen muchas corporaciones cuyos ingresos dependen del consumo de combustibles fósiles. Empeorando el panorama está la posibilidad de que Fortis pudiese pasar por encima de las regulaciones estatales gracias al tratado de libre comercio (NAFTA) entre Canadá y EE.UU. 

Además de los impactos ambientales, la adquisición de Central Hudson por Fortis provocaría que el flujo de dinero que actualmente se revierte al mercado local por servicios públicos salga al extranjero, dejando un hueco en la estimulación económica local, además del peligro de pérdida de empleo por parte de los trabajadores de Central Hudson, quienes solamente tienen asegurado su puesto por los siguientes dos años. Se especula que la intención de Fortis es reemplazarlos.

Actualmente se está esperando la decisión de la Comisión de servicios públicos para aprobar o rechazar la transacción. Usted puede apoyar o rechazar la compra llamando a la comisión (PSC en inglés) al 800-335-2120 refiriéndose al caso "12-M-0192 - Central Hudson/ Fortis Merger”.


LA VOZ, Cultura y noticias hispanas del Valle de Hudson

 

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