Palabras que transforman

La frase “No te preguntes qué puede hacer tu país por ti, pregúntate qué puedes hacer tú por tu país” se le atribuye a John F. Kennedy, Presidente de Estados Unidos, pero realmente el mérito le pertenece a Ted Sorensen, quien le escribía los discursos. Por ese tiempo Sorensen tenía 32 años y como todos los escritores que asesoran a los presidentes, jamás se imaginó que esta llegaría a ser una frase imperecedera que bien podríamos poner en práctica en América Latina.

“No te preguntes qué puede hacer tu país por ti,” era el reclamo hacia aquellas personas indiferentes o que se limitaban a criticar al sistema y esperaban resultados sin invertir ningún esfuerzo y “pregúntate qué puedes hacer tú por tu país” era la invitación general a asumir responsabilidades como un deber cívico.

La frase convirtió a Kennedy en un presidente visionario. Sus discursos movilizaron al país. Algunos economistas califican la década de los años 60 como como la más productiva y, por ende, la que le devuelve a Estados Unidos la estabilidad.

Ted Sorensen murió el 1 de noviembre de 2010 y la historia da fe de que las reformas sociales no siempre las propician los jefes de estado ni los legisladores. Ted Sorensen lo hizo desde la anonimidad de un escritorio.

*Ricardo Enrique Murillo es licenciado en ciencias políticas, cursó la maestría en relaciones internacionales especializándose en historia, política y tratados de los países asiáticos. Actualmente escribe para varias publicaciones y radica en Warwick, Nueva York. [email protected]


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