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Cuento

Principe Azul

Novela por entregas. Parte 10

Por Robinson David Martínez
October 2011
En el último capítulo conocemos por primera vez a Agawa en la dimensión de las sombras, atrapada en una burbuja de oxigeno con hebras interdimensionales que la conectan a seres humanos depresivos. Takasu, de piel gris oscura, sonrisa simpática y ojos color ámbar, le dice a Agawa que pronto llevará su semilla y desaparece en una nube de humo oscuro.

el extremadamente pequeño hombre barbudo se veía más joven que nunca. se manifestó de la nada al pie de la cama del príncipe dorado. el  pequeño joven barbudo saltaba como un niño en la cama de seda azul del príncipe, quien se asemejaba a una magnífica estatua de oro arropada con su cobija de seda azul y su cabello largo lleno de abeja-luciérnagas. 

"takasu te está acechando", le dijo el pequeño hombre barbudo.

"sí, de noche siento que me observan.  ¿quién es él?"

"el mero mero de las sombras".

"mira".

el pequeño hombre barbudo tomó una abeja-luciérnaga del cabello del príncipe con índice y pulgar y, usando su luz verde fosforescente, dibujó con inimaginable rapidez una escena de película en el aire. en esta escena holográfica, se la veía a agawa, con su piel rosada cubierta de un polvo gris, llorando en su burbuja oxigenada por suspiros depresivos. donde caían las lágrimas en su piel, quedaba expuesto su color rosado.  

"¿quién es ella?" preguntó el príncipe.

"agawa". 

el príncipe se quedó mirándola por un tiempo. sintió una vibración en su cuerpo. su piel dorada se puso rosada e inmediatamente después, la cubrió un polvo gris. luego se puso dorada otra vez.  el príncipe sintió algo girar en su corazón.

"es hermosa. se ve triste. tengo que ayudarla".  el príncipe sintió algo lejano y familiar.  

"ándale, pero no te va a gustar".

"¿cómo así?"

"la única manera de ayudar a esa pobre criatura es dejar que las sombras se coman tu vitalidad.  si sobrevives, tienes una chancecita de salvarla. sino, pos, terminas lavándole los trastes a takasu".

"¿cómo puedo ser exitoso?" preguntó el príncipe dorado.  

"con el poder de tu intención. cierra los ojos y apaga el dialogo interno. déjate llevar por el silencio".  

el aura, como una nube dorada alrededor del príncipe, brillaba con chispitas doradas y azules.

el pequeño hombre barbudo hablaba con los ojos cerrados.

"trae a agawa al corazón. mantén su imagen en tu mente y siente lo que sentiste cuando te la mostré."

el príncipe brillaba diferente. sus abeja-luciérnagas se prendían por más tiempo de lo normal y todas activaban sus alas sin volar. su aura era una vibración de diferentes capas de luz dorada. 

"ahora te explicaré todo lo que tienes que hacer para que sobrevivas, y el resto tienes que hacerlo tú solito".

el extremadamente pequeño hombre barbudo le explicó la estrategia. 

el aire, como un tipo de vapor etéreo dorado entorno al príncipe se oscureció. su aura dorada se volvió gris oscura.  las abeja-luciérnagas volaban alrededor de su cabello alarmadas.  su aire nefasto las envolvió y cayeron al suelo. la piel brillante del príncipe se puso gris oscura. su ecuanimidad la inundó oleadas de frases mentales, pensamientos, conversaciones consigo mismo. aunque todavía mantenía la esencia de su ser divino, en este estado de transición vio como las sombras se infiltraban en sus pensamientos a través de su ojo derecho. sintió una increíble vastedad creativa desde la perspectiva de su ojo izquierdo. luego se sintonizó emocionalmente con agawa. 

el pequeño hombre barbudo se convirtió en una hebra interdimensional de las sombras, para no ser detectado. su única intención era succionarle toda la vitalidad al príncipe. viajando por un agujero de gusano se conectó a través del ojo derecho del príncipe y viajó hasta donde estaba agawa.

el príncipe se sentía reprimido, confundido, con rabia en un momento y tristeza en otro. su cuerpo temblaba. su piel era gris pálida. sus músculos estaban débiles. 

la hebra arraigada al príncipe traspasó mundos, conectándolo con la burbuja de agawa. ella no sintió felicidad, pero entre la pesadez de su pecho sentía algo familiar. 

el príncipe se encontraba deprimido... 






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