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Películas de latinos en Los Ángeles,¿realidad o ficción?

Por Elizabeth Honorato
October 2011
Delaney Mossbacher era un hombre profesional, amoroso esposo y padre, y amante de la naturaleza. Tenía la vida totalmente organizada en el suburbio Arroyo Blanco Estates de Los Angeles, California. Cada día, él y su familia llevaban a cabo una vida ordinaria: comían desayunos juntos, él escribía para su columna mensual, y por las tardes iban a una de las casas que su esposa Kyra iba a vender. Eran ricos. Delaney decía apreciar mucho la naturaleza y las ideas humanistas liberales. El defendía a los inmigrantes e incluso pensaba que los “inmigrantes son la sangre-viva de este país, somos una nación de inmigrantes”. Aunque eso era lo que solía decir, sus opiniones de los inmigrantes cambiaron el día que un mexicano llamado Cándido chocó con él en un accidente de carro.

En aquel momento Delaney se sentía confundido y sin ayuda. Con su consciencia culpable por haber chocado un coche, Delaney le dio veinte dólares al mexicano y trató de seguir con su vida ordinaria de siempre. Pronto Delaney empezó a darse cuenta de que muchos mexicanos lo rodeaban y que profundamente dentro de él existía un hombre con ira y resentimiento racista.

Delaney es un personaje de la obra llamada The Tortilla Curtain. Tras el filme, Delaney lucha con el dilema ético de la inmigración no autorizada. Al chocar con Cándido, su primera preocupación fue la del carro y no la del ser humano. El hombre que alguna vez había sentido compasión por los inmigrantes, se volvió en uno ser cegado por el odio y el racismo. Este parece ser el caso entre muchos de los habitantes de los suburbios de Los Angeles.

En su libro Latino Film and Fiction in Los Angeles, el profesor Ignacio López-Calvo trata de explicar la ansiedad racial contemporánea en Los Ángeles a través del cine. Al igual que Delaney, la mayoría de los residentes en los suburbios de Los Ángeles son ricos y de origen anglosajón. Muchos no tienen idea de las luchas de aquellos que son pobres y que viven en malas condiciones, y esta ignorancia sólo suma a la percepción demonológica de los pobres como una amenaza criminal. Varios de la raza blanca se encuentran, como Delaney, tratando de escapar de las minorías, a quienes usualmente asocian directamente con tiroteos, pandillas, grafiti y robos. La realidad es que existe una polarización entre los grupos sociales en Los Ángeles y está velada por el poder de la raza blanca y el poder racial.

¿Ignorancia o injusticia?

Muchos de los privilegiados que viven en las aéreas más hermosas de Los Ángeles no recuerdan o deciden rechazar que California, hace tiempo, fue territorio mexicano. Si es que la raza blanca invadió el territorio de un grupo preexistente, entonces ¿por qué están tan sorprendidos cuando ese grupo invade ese mismo territorio? Este problema de la injusticia ambiental y de nivel social es uno de los temas que se ven reflejados en el libro de López-Calvo.

Igual que Delaney, su esposa Kyra sigue sus mismos pasos. Ella piensa que la presencia de demasiados mexicanos puede ahuyentar a potenciales clientes, así que decide llamar a los servicios de inmigración para prevenir que los inmigrantes latinos se reúnan en el sitio de intercambio de trabajos. Ella también apoya la construcción de una muralla alrededor de su comunidad privada para proteger a su familia de la amenaza de los inmigrantes y los grupos étnicos no blancos. Irónicamente, ella decide emplear a mexicanos para que construyan la muralla y su negocio empieza a crecer. Tras este ejemplo se presenta el problema de la marginación de los latinos. Los inmigrantes y las minorías hacen el trabajo sucio mientras que los otros disfrutan de los frutos de ese trabajo. En varia películas, el latino es el que está en la cocina preparando la comida, limpiando la casa, o manejando un taxi.

Al ver que otros se avergüenzan de ellos, muchos latinos no encuentran otra solución más que decidir dejar de ser latinos. ¿Por qué? Quizás por los estereotipos negativos que los marcan como de otro país sin educación, pobre, y con poca comida para sobrevivir. Otros simplemente deciden vivir la vida sin educarse y sin ninguna meta para el futuro. Uno se puede preguntar, ¿de dónde surge tanta privación de derechos? Es muy probable que esto empiece en el sistema de escuelas de Los Ángeles. En varias películas, como Stand and Deliver, Freedom Writers, y Mi Vida Loca, el sistema de educación se presenta como desorganizado, desinteresado, e inútil. En estas películas vemos a estudiantes que tienen poco interés por el aprendizaje y necesitan a alguien que verdaderamente llegue a sus vidas listo para hacer una diferencia.

Mi propia experiencia como angelina

La película Stand and Deliver fue filmada en James A. Garfield High School, la escuela a la que mi hermano asistió y a la que mi hermana pronto asistirá. Aunque en la película, uno puede ver que muchos de los estudiantes son rebeldes y desinteresados, hay muchos que en verdad buscan mejorarse y aprender. Esto es algo que las películas no captan. Incluso, Sandra Limón (que pidió que se le cambiara el nombre para su privacidad), graduada de Garfield High School en 2010 me dijo que “fueron los años más divertidos de mi vida. Aunque académicamente no me retaron demasiado, hice muchas amistades y sé que a mis amigos los tendré para siempre. Pero sí me hubiera gustado aprender más”. Al ser yo misma una residente mexicana-americana de Los Ángeles, me he dado cuenta de que estos problemas, que el profesor López-Calvo ha puesto a la luz con su libro, están verdaderamente presentes en mi ciudad. Aunque sé que el problema llevaría años, vidas, para solucionar, el primer paso es comprender que no todo es palmas y flores en Los Ángeles, sino que hay un dilema ambiental y social que acecha en la oscuridad.

Este dilema ambiental se ha manifestado en la división entre los suburbios y los barrios pobres en Los Ángeles, que incluye las divisiones entre los ambientes naturales, los construidos y los sociales, de ambos tipos de gentes. Estas subdivisiones se relacionan entre sí, negativamente y positivamente, y esto nos permite decir que cualquier problema humano puede ser catalogado como un problema ambiental. En este caso, el problema parece ser un poco irrazonable ya que las dos clases sociales mencionadas comparten un lugar que los expone a la misma naturaleza, ciudad, y lugares en los cuales los dos pueden convivir. Por ejemplo, en la playa se ve toda clase de gente, disfrutan del mar y del ambiente en el que se encuentran en ese momento. Pero al mismo tiempo, hay una tensión poco obvia que divide a esas gentes. Al visitar lugares como estos, también me he dado cuenta que ser de clases sociales distintas aparece no sólo en lo físico, sino en la manera que uno se comporta. Quiero decir que las acciones, y las relaciones entre hermanos, madre e hijo, o entre amigos son muy distintas entre el latino que las del caucásico. El latino es muy amistoso y tiene un gracioso sentido del humor mientras que el caucásico es más reservado pero al mismo tiempo le gusta divertirse.

En fin, a veces no nos damos cuenta de las diferencias y las barreras que hay entre la gente que vemos en el autobús cada día, o que va caminando a trabajar por las mañanas, o que va manejando en la autopista quizás en el mismo tipo de carro. La verdad es que la división entre las clases sociales, especialmente en Los Ángeles, es un problema que muchos no se han animado a aceptar. Hasta que no resolvamos este problema, Los Ángeles seguirá siendo una ciudad que aparenta ser lo que no es, unida.







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Comentario: Para los que estén interesados en saber cómo funciona la acción ejecutiva del presidente Obama en materia de inmigración que anunció el 20 de noviembre de 2014, favor de leer la información publicada por USCIS, la agencia de inmigración federal, aquí: www.uscis.gov/es/accionmigratoria
Posted: 11/25/2014